Entre leones

Alcaldes del PP, en el Congreso

  • Zapatero y Rajoy, en horas bajas. Bautizada como 'pacto de la Maestranza' la foto de los tres magistrados del Constitucional en el coso sevillano. Chaves y sus paseos en Senado con Asensio. Cunillera salva a Salgado

Ceremonia del disparate

Poco antes de que Standard & Poor's rebajara la calificación de la deuda española por la situación de Grecia, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, pusieron de manifiesto en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados las pocas posibilidades que hay de que la cultura del acuerdo, reclamada por los padres en la Constitución la semana anterior en el acto de inauguración de la Comisión Constitucional, se reinstaure. Mientras que el primero se mostró optimista sobre la evolución de la economía española, el segundo refrescó los malos datos económicos de la semana para instalarse en el pesimismo. Aunque las bancadas aplaudieron a sus líderes -especialmente ruidosa estuvo la popular-, diputados veteranos del PSOE y el PP reconocen en privado que Rodríguez Zapatero y Rajoy están actuando exclusivamente en clave electoral, peleando unas décimas en la próxima encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), e ignorando el daño que esta ceremonia permanente del desencuentro está ocasionando a la debilitada economía española. Entre estas añejas camadas, diputados de ambos bandos coinciden en que "ni el presidente del Gobierno ni el líder de la oposición están asumiendo su responsabilidad". Sólo los más jóvenes están encantados con esta pelea vergonzosa de gallitos de corral.

El santo al cielo

En esta misma sesión de control, a la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, se le fue el santo al cielo cuando estaba replicando a la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, y se quedó en blanco. Afortunadamente, la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Teresa Cunillera, que actuaba como presidenta en funciones, aprovechó el murmullo de la bancada popular para que su compañera de partido se recuperara. Como excusa -o al menos así sonó-, Salgado explicó a la Cámara que su lapsus se debió a que estaba buscando una terminología suave para definir el papel de oposición del PP. Tuvo que fracasar en su intento porque, aunque Rodríguez Zapatero se mostró pactista minutos antes en la misma sesión , aseguró que el problema de la economía española era el partido de Rajoy.

Paseos en el Senado

Quien esta semana no ha tenido que comparecer en la sesión de control al Gobierno para defender a su secretario de Estado, Gaspar Zarrías, ha sido el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves. Eso sí, se paseó por el Senado en compañía del senador y secretario provincial del PSOE de Almería, Diego Asensio. ¿Estarían hablando del descontento existente en las direcciones socialistas de Cádiz y Almería con el proceder de Griñán? ¿Le comentaría Chaves su deseo de encabezar la lista gaditana en las próximas elecciones generales?

Zarrías

Quien a buen seguro no estaba en el ajo de la conversación sobre la moqueta de la Cámara Alta era Zarrías, que continúa enfrascado en la polémica por su presencia en el acto de apoyo al juez Baltasar Garzón en la Universidad Complutense de Madrid. En la Comisión de Política Territorial del pasado martes se las vio de nuevo con el PP que, a través del diputado cordobés Rafael Merino, le pidió de nuevo su cabeza en bandeja de plata. El jiennense dio un golpe de efecto al sacar una fotografía de dirigentes del PP -Acebes, Mayor Oreja, Pastor y Aguirre- en un acto donde se llamó "asesino" al presidente del Gobierno. Hábilmente, defendió el derecho de reunión y de expresión de los populares. Menos fácil lo ha tenido Zarrías explicando su postura ante algunos compañeros de los tiempos de los GAL.

Pacto de la Maestranza

Cambiando de Feria. Sectores judiciales progresistas, muy descontentos por la política de nombramientos de ZP, han bautizado la fotografía de tres jueces del Tribunal Constitucional (TC) -Guillermo Jiménez, Manuel Aragón y Ramón Rodríguez Arribas- disfrutando de una corrida de toros en el coso sevillano como el pacto de la Maestranza para una sentencia urgente sobre el Estatut de Cataluña.

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