El Ayuntamiento de Barcelona acordó ayer pedir al Congreso que cree una comisión de investigación para esclarecer la relación del imán de Ripoll Abdelbaki es Satty, cerebro de los atentados terroristas en Cataluña del 17-A, con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así lo acordó el Plenario del Consejo Municipal de Barcelona al aprobarse una declaración institucional presentada por los grupos de ERC y JxCat que cosechó el apoyo de de Barcelona en Comú y el voto en contra de sus socios de Gobierno del PSC, además de los de Cs, Barcelona pel Canvi y el PP.

El texto también reclamó al Congreso que impulse "un grupo de trabajo de expertos independientes y de representantes de los cuerpos de información y de seguridad de los países con víctimas en estos atentados" e instó a las autoridades judiciales, y en especial a Fiscalía, a investigar "las dudas generadas" alrededor de este suceso. En la votación, que a petición de Cs fue nominal, participaron 31 concejales de los 41, pues a la ausencia del edil de JxCat Quim Forn -en prisión por el procés- se sumaron la de otros nueve concejales, entre ellos la alcaldesa, Ada Colau.

Jordi Coronas (ERC) lamentó que en los casi dos años que hace desde que Barcelona sufriera el atentado "nadie en el Estado ha dado la cara" y reclamó un "ejercicio de calidad democrática", desmarcándose en varias ocasiones de la "teoría de la conspiración".

Elsa Artadi (JxCat) se preguntó por qué "hay gente que tiene miedo a conocer las respuestas" a las preguntas y declaró tener "miedo de un Estado que decide esconder información a la ciudadanía". Janet Sanz (BComú) se cuestionó "si era necesario" celebrar este pleno extraordinario a pocos días del segundo aniversario de los atentados y pidió "evitar convertir este salón en un plató de televisión". Pese a ello, se posicionó "a favor de la transparencia y de la protección de las víctimas".

Laia Bonet (PSC) aseguró que los grupos independentistas quieren "dar alas" a la teoría de la conspiración. María Luz Guilarte (Cs) censuró "el objetivo infame y vergonzoso" de los "separatistas", mientras Manuel Valls (Barcelona pel Canvi) dijo que los independentistas y los comunes en realidad "no tienen ningún interés en clarificar" lo sucedido en agosto de 2017 y sostuvo que "una vez más el mundo independentista intenta poner la ciudad al servicio de su causa minoritaria": "No tienen el más mínimo sentido de Estado, pero tampoco del ridículo", zanjó. Josep Bou (PP) indicó que es "un caso de terrorismo que excede la política municipal".