España

Caamaño tiende la mano a los jueces y les pide responsabilidad

  • El nuevo ministro de Justicia apuesta por un "diálogo sincero y abierto con todos los colectivos" del ramo para desactivar la gran huelga prevista para el 26 de junio

Independencia y responsabilidad. El nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño, apeló ayer a ambas ideas para resumir el comportamiento que debe presidir la actuación de los jueces. Caamaño, que prometió ayer su cargo ante los Reyes, tendió la mano a la carrera judicial y a todos los agentes que trabajan en la Administración de Justicia para resolver la situación actual.

Lejos de la confrontación protagonizada por su antecesor en el cargo, Mariano Fernández Bermejo, Caamaño apela al diálogo y la colaboración para modernizar la Justicia. "Voy a apostar por el diálogo sincero y abierto con todos los colectivos", afirmó.

El próximo 26 de junio es la nueva cita en la que los jueces van a colgar sus togas de nuevo si no ven que se resuelven sus reivindicaciones. Si en la del 18 de febrero fue cerca de la mitad de la carrera judicial a la huelga, en la próxima se espera que la secunden la mayoría porque está convocada por las cuatro asociaciones -la anterior sólo estaba auspiciada por dos- y las juntas de jueces de toda España. Es decir, Caamaño tiene aún cuatro meses para sentarse a dialogar y ofrecer soluciones.

Lo primero que podría resolver para evitar una nueva huelga es el asunto de los señalamientos de las vistas, un punto candente para los jueces. Hasta ahora era competencia de ellos pero en la reforma de la Oficina Judicial hay un cambio de competencias siendo a partir de ahora de los secretarios judiciales. Los magistrados consideran que es algo esencial que ellos sigan señalando las vistas, así que si quiere recular Caamaño debe sentarse a hablar con los grupos parlamentarios, responsables ahora de presentar enmiendas a la reforma.

De todas maneras, habrá que ver si el nuevo titular de Justicia quiere ceder en este punto porque en su primera intervención durante el cambio de cartera con Bermejo dejó bien claro que los jueces se deben centrar en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

Bermejo admitió en su discurso de despedida tras entregar la cartera de Justicia a su sucesor que "probablemente" no ha sabido estar "a la altura de las circunstancias" y elogió la labor de su equipo, que sí ha logrado estarlo.

El ministro saliente agradeció al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la oportunidad que le dio y agregó: "Mi equipo de colaboradores ha sabido estar a la altura de las circunstancias, a las que probablemente yo no llego, pero ellos sí".

El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó, en una entrevista en la cadena Ser, que la dimisión de Fernández Bermejo era "necesaria" porque, en su opinión, "no ha sido un buen ministro". "Creo que el señor Bermejo se enfrentó a mucha gente y fue incapaz de resolver los problemas. Con eso de la cacería, lo que deben ser las formas y la apariencia de imparcialidad de la Justicia pues realmente ha quedado muy tocada", reiteró.

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