Los cuatro protagonistas del último cambio de Gobierno decidido por José Luis Rodríguez Zapatero han prometido sus nuevos cargos ante el Rey en un acto en el Palacio de La Zarzuela, al que han asistido también la Reina, el presidente del Gobierno y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, como notario mayor del reino.

Ante un ejemplar de la Constitución, un crucifijo y una Biblia dedicada al Rey Carlos IV, abierta por el capítulo XXX sobre el voto y juramento, perteneciente al Libro de los Números, los vicepresidentes Elena Salgado y Manuel Chaves, junto al ministro de Fomento y nuevo portavoz, José Blanco, y el titular de Interior, Antonio Camacho, han ido uno a uno prometiendo sus cargos.

Al término del acto, Blanco ha comentado a los periodistas presentes que a pesar de ser la segunda vez que acudía a Zarzuela para prometer su cargo como ministro se encontraba "nervioso", porque estas cosas siempre imponen.

Después de la promesa, los Reyes y los miembros del Gobierno presentes han conversado durante unos minutos y han intercambiado bromas, como la que ha hecho Zapatero a Salgado, de quien ha dicho que está en el "hit parade", en una probable alusión a que es la miembro del Ejecutivo que más veces ha acudido a jurar su cargo en Zarzuela.

Blanco asegura ser consciente de lo "difícil" de su tarea  y de "estar sustituyendo al mejor"

El nuevo portavoz del Gobierno, José Blanco, asegura que asume este puesto consciente de que afronta una tarea que no es "sencilla" y también de que "lógicamente es muy difícil sustituir al mejor", Alfredo Pérez Rubalcaba, que le ha acompañado en su primera rueda de prensa en Moncloa.

En su "toma de posesión informal", como él mismo ha calificado su comparecencia, sin preguntas, el nuevo portavoz ha agradecido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la confianza que ha depositado en él y ha asegurado que su "gratitud" no la expresará con "adjetivos", sino que se la demostrará  "a tenor de los hechos, a través del esfuerzo y la capacidad de trabajo". "Quedan muchos días para las elecciones y estoy convencido de que los aprovecharemos", ha afirmado.

Así, se ha comprometido a trabajar sabiendo que la "prioridad nacional" es la recuperación económica y la generación de empleo, que se "juegan" en Europa, donde los países de la Eurozona deben ser "inexcusablemente rápidos y eficaces" para devolver la estabilidad a los mercados, y en España, donde las Administraciones públicas y los actores económicos tienen que "contribuir a afianzar la estabilidad y la solvencia de la economía".

Para ello, ha asegurado que una de sus máximas será la "claridad", una cualidad "imprescindible para hacer frente a cualquier forma de incertidumbre". "Se me va a entender bien", ha garantizado Blanco, quien ha explicado que su "estilo" es huir de los "circunloquios" y de "eludir cuestiones". De esta manera, ha insistido en que, en todas sus intervenciones se va a atener a la "nítida dimensión institucional" que conlleva su cargo y va a explicar "con total transparencia la acción del Gobierno", explicando qué hace el Gobierno y por qué. 

Además, ha defendido que el enfrentamiento no hace avanzar a la sociedad, sino lo contrario, ya que la "crispación" interfiere en el bueno funcionamiento de las cosas. Por eso, ha defendido que quienes tienen la responsabilidad de representar a los demás deben estar "a la altura de lo que significa". 

Antes de Blanco ha tomado la palabra Rubalcaba, quien ha asegurado que no hacían falta "muchas palabras" para presentarle, ya que es conocido por todos. No obstante, ha destacado que tiene "varias características" que le hacen un "excelente portavoz" y es que, a su juicio, es una persona "muy cercana" y que "está todo el día para lo que tiene que estar, para dar información". Además, ha asegurado que es "una persona fiable".