La detenida por la policía francesa, en el marco de la operación contra los jefes del aparato logístico de ETA, Grazi Etxebehere, ha admitido, poco antes de ser detenida, que los etarras Iñaki Reta y Xabier Goienetxea se alojaban en su casa, pero que pidió a dos amigos que los acogieran mientras ella iba a las fiestas de San Fermín. En declaraciones a Esukadi Irratia, recogidas por Europa Press, la mujer aseguró, poco antes de ser detenida, que por la Policía francesa en la localidad gala de Ortzaize, que fue ella quien pidió a Jef Mateo y Terexa Lekumberri -arrestados como titulares de la vivienda de Ossés en la que fueron detenidos los dos etarras-, que acogieran temporalmente a los dos terroristas mientras ella iba a las fiestas de San Fermín.

"No me arrepiento de nada", ha asegurado tras precisar que está tranquila y que su objetivo ha sido "ayudar a una organización que se quiere desarmar". La mujer no se encontraba en casa cuando la policía francesa ha procedido al registro de su vivienda, sino que estaba en Pamplona y ha regresado al tener conocimiento de este hecho. La detención de Grazi Etchebehere se produce en el marco de la operación contra el aparato logístico de ETA que se inició el pasado martes, en una operación de la policía francesa en colaboración con la Guardia Civil, con la detención de los dos dirigentes del aparato logístico, Iñaki Reta de Frutos, alias 'Zukaitz', y Javier Goienetxea, alias 'Goyele', ambos encargados de las armas y los zulos de la banda. Ayer fueron detenidos los dos titulares de la vivienda de Ossés en la que se encontraban los etarras en el momento del arresto.

La investigación que ha permitido esta operación antiterrorista se ha prolongado durante más de dos años, hasta la localización y arresto de los dos etarras en el interior de un domicilio situado en la localidad de Ossès, en el departamento de Pirineos Atlánticos. Tanto Joseba Íñaki Reta de Frutos como Javier Goienetxea figuran en la lista de terroristas más buscados que difunde el Ministerio de Interior y ambos figuran entre el grupo de ocho que anunció públicamente a finales de 2008 su intención de regresar a ETA.

El primero, de 56 años, es natural de Elorrio (Vizcaya) y hasta su llegada a ETA formó parte la cúpula y fue condenado a ocho años de prisión por su relación con Gestoras Pro Amnistía.

Considerado como un experto en explosivos, también cumplió una condena de 14 años de prisión por pertenencia al comando Mugarra, según los datos recopilados. Por su parte, Javier Goienetxea, de 35 años y natural de San Sebastián, se integró en ETA tras un pasado de violencia callejera durante su paso por la ilegalizada organización juvenil Segi. Huído de la justicia, se refugió en Francia en 2008. Coinciden ambos en que formaron parte de un grupo etarras que a finales de 2008 anunciaron públicamente su intención de regresar a las filas de ETA, donde se han ocupado de las armas y los zulos de la banda.