España

Dimite el jefe del espionaje

  • El director del CNI tira la toalla ante las acusaciones de que usó dinero público para sus gastos privados · Saiz dice que se va "por responsabilidad" y para no perjudicar la imagen del Gobierno

Alberto Saiz no aguantó más la presión y tras varias semanas de polémica y de acusaciones continuas ayer presentó su dimisión como director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por "responsabilidad con la institución", por su "compromiso con la seguridad de los españoles" y para evitar "perjudicar" la imagen del Gobierno al que dijo haber servido "lealmente", según indicó en un comunicado.

Saiz impactó en el Congreso el 20 de mayo cuando en una inusual comparecencia en la Comisión de Defensa, un mes después de ser confirmado por el Gobierno como director del CNI, declaró contundente que el Centro tenía "un problema interno". Hoy, con su renuncia sobre la mesa, parece que parte de ese problema era su propio dirigente.

Alberto Saiz fue el único alto cargo dependiente del Ministerio de Defensa que fue nombrado por José Bono como titular de esta cartera y había sobrevivido a tres ministros, Bono, José Antonio Alonso y la actual Carme Chacón, aunque esta última siempre se mostró a favor de su relevo. De hecho, cuando se cumplía su mandato de cinco años y el Gobierno tuvo que decidir sobre si confirmarle en el puesto o no, Chacón insistió en su salida mientras que la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, fue quien más insistió al presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su renovación.

Las continuas acusaciones sobre el uso de fondos públicos con fines privados, que él siempre ha negado, el malestar generado dentro del centro por las destituciones masivas que ha llevado a cabo durante estos cinco años y el cada vez menor apoyo del Gobierno a su figura por el hecho de que los servicios de inteligencia fueran cuestionados desde hace semanas, provocaron esta dimisión, en parte esperada.

Las críticas contra el jefe de la inteligencia se redoblaron ante las informaciones del diario El Mundo que acusaban a Saiz de utilizar medios del centro para obras en su casa o actividades deportivas. Además la oposición lamentaba su poca disposición a dar explicaciones en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, por ejemplo sobre el caso de los vuelos de la CIA, o en la gestión de la información sobre el accidente del helicóptero Cougar que se estrelló en Afganistán matando a 17 militares en 2005.

Desde el Partido Popular, también se criticó fuertemente su política de relevos masivos, ya que en estos cinco años destituyó a tres responsables de la Secretaría General, a cuatro directores técnicos de Inteligencia y a otros cuatro de Recursos.

Durante su comparecencia de mayo en el Congreso, Saiz dijo que el CNI tenía "un problema interno" y que por eso salían a la luz "acusaciones anónimas".

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