"El gobierno español, como saben, rechaza la violencia, el racismo y la xenofobia, y por tanto no puede compartir lo que está sucediendo en Italia, es evidente", manifestó en rueda de prensa en Madrid la vicepresidenta primera del Ejecutivo socialista, María Teresa Fernández de la Vega.

Agregó que "la inmigración es un fenómeno necesario, que es bueno siempre que sea legal y ordenada" y que la política que se aplica en España está basada "en la ley, que permite reconocer derechos y obligaciones a los inmigrantes".

El gobierno español "no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos, y por tanto tampoco las actuaciones que pueden exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia", insistió Fernández de la Vega en sus críticas al gobierno de Silvio Berlusconi en esta materia.

En sus palabras, existen mecanismos legales para combatir la inmigración irregular "y esos son los mecanismos que hay que utilizar y no otros".