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España

El Falcon y el presidente

SE maginan en Estados Unidos al Partido Republicano montando un escándalo por un viaje de Barack Obama en un Falcon a un acto electoral del candidato demócrata a gobernador del sureño estado de Kentacky? Imposible, el presidente americano viajaría en el Air Force One. Y nadie diría ni pío.

Sin embargo, en España, con el chaparrón de la crisis encima, el PP está medio consiguiendo que el uso de estos aviones de las Fuerzas Armadas por parte de Rodríguez Zapatero para acudir a mítines del PSOE se convierta en todo un escándalo en plena campaña electoral para el Parlamento Europeo.

La diferencia es bien sencilla: mientras en Estados Unidos la Presidencia es una institución respetada y todos tienen asumido que su inquilino, sea quien sea, debe viajar en las mejores condiciones de seguridad y con cargo al presupuesto, en España, con poco más de treinta años de régimen democrático, todavía cuesta diferenciar entre la institución y su inquilino.

Sólo así es entendible que los populares se rasguen ahora las vestiduras cuando el ex presidente del Gobierno José María Aznar utilizó también aviones de las Fuerzas Armadas para acudir a citas electorales de su partido, y llevó como invitados a quien le dio la real gana (y más de uno no era muy aconsejable).

Y Felipe González hizo lo propio muy posiblemente.

Dicho esto, justo es reconocer que la estrategia electoral del calamar (así la ha bautizado la ministra de Defensa, Carme Chacón) le está saliendo redonda al Partido Popular.

Con el Falcon de Zapatero, la subvención a la empresa donde trabaja la hija de Chaves y algún escándalo municipal como el de Lorca (Murcia), los populares han logrado que los ciudadanos tengan la percepción de que todos son iguales.

Con el ventilador mediático a toda máquina contra el PSOE, el PP ha conseguido, además, que pudiera parecer que el signo del caso Gürtel, con una ristra de imputados -el presidente de la Comunidad Valenciana y su número dos, un ex consejero de Esperanza Aguirre, tres alcaldes madrileños del PP y dos parlamentarios populares de la Asamblea de Madrid-, depende del resultado electoral del 7 de junio.

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