El ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón pedirá explicaciones al Ministerio del Interior tras haberle dejado con sólo dos escoltas -que trabajan por turnos y sin vehículo-, según fuentes próximas al magistrado, muy molesto porque, aseguran, nadie le ha argumentado la decisión. "Hasta a un perro se le da una explicación", han asegurado estas fuentes, que han señalado que Garzón se ha ido enterando poco a poco de la disminución del sistema de protección que tenía asignada, a medida que éste se iba reduciendo.

Según el entorno del juez, cuando viajó a Colombia el pasado febrero -una vez concluido el juicio por ordenar las escuchas del caso Gürtel- comprobó que los dos escoltas españoles que tenía asignados habían desaparecido, situación que contrastaba con la decisión del Gobierno de Bogotá de incrementar su "cápsula" de seguridad, ya que llevaba asuntos relacionados con paramilitares.

Poco después le fue retirado el vehículo blindado en el que se desplazaba, también sin ninguna explicación, salvo la de algunas personas que habían trabajado con él, que le dijeron que los escoltas ya no estaban "porque ya no pertenecía a la Audiencia Nacional", dado que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le había inhabilitado tras su condena. "Nadie del Ministerio le ha llamado, ni el secretario de Estado, ni un comisario, ni un bedel", señalan en el entorno de Garzón, donde relatan que el siguiente paso en la reducción de su escolta fue la retirada del vehículo de seguimiento y del automóvil en el que se desplazaban los escoltas.

En este momento, según han informado fuentes policiales, el magistrado, que llegó a tener 18 escoltas, dispone de sólo dos agentes para su protección, que además trabajan en turnos -no al mismo tiempo- y que no disponen de vehículo para desplazarse". "Es un despropósito: Garzón tiene que comunicar al escolta dónde va a ir y éste se desplaza por sus propios medios, siempre en transporte público, porque no tiene fondos para pagar un taxi, aunque sí para alojarse en un hotel si se encuentra fuera de Madrid", afirman.

Las fuentes consultadas han señalado que la situación ha llegado al extremo de que, hace unos días, el escolta tuvo que seguir al juez llevando su propia maleta, hasta que Garzón pidió a otro magistrado que le hiciera el favor de guardársela en el maletero de su coche. "Este es el pago que recibe después de 23 años de servicio público, de 23 años siendo la persona más amenazada de España", dicen los próximos al magistrado, que recuerdan que éste nunca ha reclamado una protección especial, que siempre ha aceptado la que ha decidido Interior y que el Gobierno que le puso más medidas de seguridad fue el presidido por José María Aznar en 2002.

También señalan que la familia del juez ha ido renunciando a la protección que tenía y que ha recibido noticias de que también va a desaparecer la vigilancia estática sobre su domicilio. "Es vergonzoso, sobre todo porque nadie le ha informado de que se haya hecho una nueva evaluación de riesgo que haya concluido que la amenaza ha desaparecido", comentan las fuentes, que añaden que esos estudios de seguridad se han hecho en todos los lugares en los que Garzón ha trabajado, como La Haya, Nueva York o Colombia.