El Gobierno llama a Marruecos a la reconciliación desde el "respeto mutuo"

Rubalcaba y Jiménez tienden puentes a Rabat ante sus amenazas de reconsiderar las relaciones bilaterales · Interior garantiza la seguridad de Ceuta ante la marcha de hoy contra la "ocupación"

Los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas (izqda.), y Juan José Imbroda, durante una comparecencia en La Moncloa.
Los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas (izqda.), y Juan José Imbroda, durante una comparecencia en La Moncloa.
Agencias / Madrid

04 de diciembre 2010 - 05:05

El Gobierno tendió ayer la mano a Marruecos invitando a las autoridades del país vecino a reconsiderar su malestar por la moción del Congreso de condena de los incidentes "violentos" en el campamento prosaharaui de El Aaiún y hacer un esfuerzo para recuperar la confianza desde el "respeto mutuo", con el fin de no dañar la cooperación fraguada en los últimos años.

El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, trasladaron este mensaje a las autoridades marroquíes después de su decisión de revisar la relación bilateral en todos los ámbitos.

El Gobierno ha hecho ver a Rabat que la moción aprobada en el Congreso con el respaldo de todos los grupos parlamentarios no representa una condena a la actuación de la Policía marroquí, sino a los sucesos violentos que hubo en el desalojo del campamento. El embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, ofreció el jueves explicaciones al ministro de Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, horas después de conocerse la medida de revaluar la relación.

Trinidad Jiménez, que acompaña a los Reyes en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata (Argentina), trató de restar importancia a la crisis con el país vecino y se mostró convencida de que las aguas volverán a su cauce desde el "diálogo respetuoso". "Más allá de las fricciones verbales, le puedo asegurar que la relación con Marruecos es fluida y la estamos gestionando con toda normalidad desde el Gobierno", afirmó Jiménez ante una pregunta sobre si el Gobierno pedirá al Rey que intervenga y dejando entrever que no es precisa esa intercesión ante Mohamed VI.

En la misma línea, Rubalcaba subrayó que existe "base de confianza" suficiente para seguir optando por reforzar unas relaciones que calificó de "estratégicas e importantísimas". "Por tanto, hoy disponemos de una base que no había hacía algún tiempo, y esa base de confianza es la que me permite afirmar que estoy seguro de que vamos a superar cualquier situación o circunstancia que pueda producirse", añadió el titular de Interior.

El PP criticó la "tibieza" con la que el Ejecutivo socialista ha reaccionado a la "amenaza" de Rabat, según declaró a RNE su coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales, Jorge Moragas.

Moragas calificó de desproporcionada y no demasiado bien medida la reacción del país magrebí ante un pronunciamiento del Congreso que, según él, el Gobierno socialista debería secundar. A pesar de la tensión, el dirigente del PP confía en que todo se arreglará. "Estamos condenados a entendernos", apuntó.

Varias organizaciones y partidos políticos marroquíes han convocado hoy una marcha que desembocará en la frontera con Ceuta para reclamar el fin de la "ocupación" de esta ciudad y de Melilla y "otros lugares bajo colonización española". El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), afirmó ayer que la Ciudad Autónoma se siente "segura y protegida" ante la marcha y aseguró que su anuncio "no altera el pulso normal" de la ciudad. En declaraciones a los periodistas, el jefe del Ejecutivo autonómico dijo que la marcha "es un intento de provocar tensiones en las relaciones bilaterales, y una manera muy lamentable de responder al pronunciamiento de nuestro Parlamento nacional sobre el Sáhara".

Rubalcaba envió un mensaje de tranquilidad y garantizó que ambas ciudades están "plenamente seguras", sin querer alimentar la inquietud ante las repercusiones que pueda tener este acto.

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