El Gobierno tiene previsto hacer públicas las cifras de su propuesta para el nuevo modelo del sistema de financiación autonómica la semana que viene, con el objetivo de poder cerrar un acuerdo con las comunidades a lo largo del mes de febrero. Así lo aseguró el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras su encuentro con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Palacio de la Moncloa, del que salió "tranquilo", porque "vamos a salir beneficiados todos". Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, recomendó a los presidentes autonómicos de su formación que "defiendan sus intereses" y que él se encargará de defender los "de todos los españoles" en el nuevo modelo.

Revilla explicó que se trabaja con la idea de poder firmarlo el próximo mes de febrero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para lo que el Gobierno presentará "en una semana o dos como mucho" las cifras que concretarán los parámetros de cálculo. El presidente cántabro aseguró que Zapatero le garantizó que todos los ciudadanos tendrán acceso a los mismos servicios vivan donde vivan, tras lo que dijo estar "tranquilo" porque "vamos a salir beneficiados todos, no se puede ser egoísta", enfatizó, antes de anunciar que todas las variables del nuevo modelo serán revisadas anualmente. 

En este sentido, Revilla explicó que el nuevo sistema tendrá en cuenta variables como la dispersión o el envejecimiento de la población, al tiempo que valoró el fondo poblacional para las comunidades con un crecimiento inferior a la media. Además, se refirió también a la actitud de Cataluña en este debate y reclamó que ninguna comunidad sea "insolidaria", ya que el Estado debe corregir los desequilibrios que existen entre regiones. "Entiendo la postura de todas las comunidades, pero si fuésemos tan insolidarios de que cada uno cobre en función de lo que paga estaríamos cargándonos el sistema de reequilibrio de rentas", argumentó. 

Menos satisfecho salió del encuentro el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, que mostró su insatisfacción porque "no se me ha puesto sobre la mesa un modelo de financiación". Sanz, que dijo ser partidario de que el nuevo sistema se fundamente en los valores de solidaridad, igualdad y transparencia y permita determinar el "coste efectivo" de los servicios, instó a Zapatero a que se tenga en cuenta el 'efecto frontera' que afecta a La Rioja, al ser una región limítrofe con País Vasco y Navarra, comunidades que disfrutan de privilegios forales, y que el nuevo modelo tenga en cuenta la singularidad de las comunidades uniprovinciales.

Ya por la tarde, el presidente de Canarias, Paulino Rivero, dijo haber visto "receptividad" en Zapatero a la hora de "reconocer la singularidad de Canarias", especialmente que "se contemple la insularidad y la fragmentación del territorio", así como la "especial condición de Canarias, que no sólo es insular, sino que también está alejada". "Estamos en el buen camino", dijo Rivero, que también reclamó al presidente que se tenga en cuenta que Canarias no recauda IVA ni impuestos especiales. En todo caso, matizó que "aún quedan por poner muchos puntos sobre las íes" y "traducir en cifras la filosofía sobre la que estamos hablando".

Al margen de las reuniones de Moncloa, el líder del PP dejó clara su postura en la negociación de la financiación autonómica: "A los presidentes de comunidades les recomendaré lo mismo que he recomendado a los ayuntamientos, que defiendan sus intereses. Eso es lo único que les voy a recomendar y yo me ocuparé de defender los intereses generales de todos los españoles". Este jueves Rajoy y los presidentes autonómicos mantendrán una comida en Madrid a la que también asistirán el vicesecretario territorial del PP, Javier Arenas, y el responsable de Economía del partido, Cristóbal Montoro, para abordar este asunto.

El líder del PP defendió en varias ocasiones que los presidentes autonómicos tienen "el derecho y la obligación de defender sus intereses", pero a continuación recalcó que "alguien se tiene que ocupar de los intereses generales de España" y advirtió de que éstos podrán "coincidir o no con los intereses de las partes". Además, denunció que el debate sobre el nuevo modelo se ha convertido en una "comedia de enredo" en la que el Gobierno mantiene a la vez "una cosa y la contraria" dependiendo de quien sea su interlocutor y en la que aún no se ha puesto encima de la mesa "ni un solo número".

Rajoy alertó al Gabinete de Zapatero de que España no puede gastarse lo que no tiene porque, de hacerlo, se "endeudaría hasta el infinito" e "hipotecaría" su futuro. Según su pronóstico, si finalmente se confirma que las comunidades se financiarán con deuda pública, lo que ocurrirá "inevitablemente" es que subirán los impuestos, habrá menos facilidades para el crédito y éste será "más caro". "Eso supondrá un empobrecimiento de nuestro país a medio y largo plazo", advirtió, que volvió a decir que él habría mantenido el modelo de financiación aprobado en 2001.