Miles de personas, 10.000 según la organización, participaron ayer en Alsasua en una manifestación, en silencio, en contra de la imagen que se proyecta del pueblo desde que se produjo la agresión a dos guardias civiles y sus parejas. Hay 9 jóvenes procesados, 7 de ellos en prisión, por delitos de terrorismo en concurso con los de atentado, odio y lesiones.

Miembros del Consistorio, familiares de los detenidos y colectivos sociales portaban la pancarta que abría la marcha, seguidos de miembros del gobierno y la presidenta del Parlamento foral y portavoces parlamentarios de EH Bildu, Geroa Bai y Podemos. El director de un instituto y una profesora, madre de uno de los procesados, leyeron un comunicado en el que se destacó que los hechos "nunca debieron ocurrir" y que, tras ellos, la imagen de Alsasua "ha sido gravemente dañada".

Es un "pueblo plural y abierto, fruto de la convivencia de muchas personas" que llegaron a trabajar. También se defendió que el procesamiento por terrorismo "no tiene sentido", exigieron la puesta en libertad de los procesados y que el sumario se devuelva de la Audiencia Nacional a Pamplona. Tras solidarizarse "con toda las personas" que están sufriendo por lo ocurrido, se reivindicó Alsasua "como pueblo trabajador", "donde se convive en pluralidad", y se lamentó que se le relacione "con el odio, el terror, el miedo".