España

Menores marroquíes: tirar sus papeles al mar para empezar una nueva vida en España

  • El número de menores llegados por mar a España aumentó un 3.050% en cinco años y la mayoría son tutelados por Andalucía

Jóvenes inmigrantes tiran al mar sus documentos de identidad

En el norte de África se les llama “harragas”, una palabra que podría ser traducida por “los que queman” porque prenden fuego a su documentación cuando emigran por mar a escondidas a Europa. Se les debería llamar más bien “los que mojan” sus carnés, a juzgar por las imágenes que muestra uno de los últimos vídeos grabado por adolescentes inmigrantes marroquíes a bordo de la lancha que les traslada a España.

Uno tras otro varios muchachos muestran detenidamente ante la cámara su carné de identidad marroquí y a continuación lo tiran al Mediterráneo, en un vídeo subido a las redes sociales en vísperas del fin de semana. Algunos, que probablemente sean ya mayores de edad, arrojan también al mar tarjetas de débito de Attijariwafa Bank, un banco marroquí, que en España son inservibles. Las tarjetas marroquíes solo son válidas para Marruecos.

A bordo de la lancha atiborrada de inmigrantes que pone rumbo a Andalucía hay, aparentemente, una mayoría de menores y entre ellos al menos una chica. Está tan atestada que algunos pasajeros viajan de pie. Aun así el ambiente a bordo es festivo excepto para aquellos que, a juzgar por su cara descompuesta, se marean.

Convertirse en un “sin papeles” lanzando sus documentos al agua tiene un inconveniente para aquellos inmigrantes que no han alcanzado la mayoría de edad. Al llegar a España deberán someterse a una prueba, consistente en una radiografía de su muñeca, para determinar su edad. Pero la inexistencia de un carné de identidad tiene también una ventaja: dificulta aún más la localización de sus progenitores en Marruecos con vistas a su repatriación.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, señaló el 29 de agosto, durante el debate en el Congreso sobre el barco “Open Arms”, que a día de hoy hay 14.000 menores extranjeros tutelados en España por las comunidades autónomas.

Calvo no dio detalles, pero la Memoria 2019 de la Fiscalía General del Estado, publicada a principios de semana, precisa que a finales del 2018 el 46% (6.294) estaban siendo acogidos por la Junta de Andalucía y a continuación figuraban Cataluña (1.842), Melilla (1.322 o el 1,55% de la población  de la ciudad), País Vasco (990), Valencia (730), Ceuta (553 o el 0,65% de la población), Madrid (490), Murcia (390), Canarias (281), Aragón (175), Catilla-La-Mancha (160), Galicia (113), Cantabria (111), Asturias (103), Castilla y León (102), Baleares (64), Navarra (58), Extremadura (16) y La Rioja (1). Algunas comunidades, como Cataluña, aseguran albergar a más menores que la cifra proporcionada por la Fiscalía.

La Memoria señala además que el incremento de la llegada de menores por mar ha sido “espectacular” en los últimos años: aumentó en un 3.050% desde 2014, cuando solo desembarcaron 223, a 2018 cuando fueron 7.026 los que pusieron pie en las costas españolas, sobre todo en las de Andalucía. El 97% eran varones, el 62% eran marroquíes y el resto originarios de diversos países subsaharianos encabezados por Guinea-Conakry y Mali. A estos datos habría que añadir las entradas de menores cruzando a pie las fronteras de Ceuta y Melilla u ocultos en vehículos de motor, pero la fiscalía no posee información al respecto.

El Gobierno español ha mantenido varios contactos con las autoridades de Marruecos con vistas a repatriar a parte de los menores acogidos en España, pero ninguno ha dado resultado. En octubre el ministro del Interior de Marruecos, Abdeloufi Laftit, propuso en Madrid a su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, organizar su “retorno concertado” a cambio de que España sufragara su educación y su manutención, una oferta inaceptable mientras siga llegando un gran número de menores. En abril Interior puso en marcha una experiencia piloto para, en colaboración con la Fiscalía, devolver a 23 marroquíes tutelados por Madrid, pero a día de hoy todos siguen en esa comunidad autónoma.

Francia y Suecia han mantenido también conversaciones con las autoridades de Marruecos con el propósito de repatriar a sus menores, muchos de los cuales viven en la calle, en París y en Marsella, por voluntad propia. Estos contactos tampoco han dado frutos

Aunque el porcentaje de menores a bordo de las pateras está en constante auge (en 2018 fueron el 13,9% de los pasajeros), el balance migratorio de 2019 debería de ser algo mejor para España. En los nueve primeros meses de este año la inmigración irregular por vía marítima procedente del norte de África ha experimentado una caída del 45,2% con relación a 2018 que fue un año récord. Ahora bien, el porcentaje de marroquíes entre los inmigrantes, adultos y menores, ha pasado del 23%, en años anteriores, hasta casi el 30% en la primera mitad de 2019. En mayo rondó incluso el 40%, según la respuesta dada por el Gobierno a una pregunta del diputado de Bildu Jon Iñarritu.

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