Pasos hacia la igualdad La presencia femenina en la Armada cada vez será mayor

Mujeres en un mar de hombres

  • El buque-escuela 'Juan Sebastián de Elcano' lleva 83 años dando la vuelta al mundo y tuvo que esperar 65 para tener marineras, que ya suman casi un 10% de la tripulación

Las mujeres representan una minoría -22 en una tripulación de 230 personas-, pero se sienten "uno más" a bordo del buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano, un mundo de hombres que poco a poco van conquistando.

Alba Pérez, una leonesa de 25 años, embarcó junto a sus 48 compañeros en el puerto de Cádiz el pasado 3 de enero para culminar su cuarto año de formación con una navegación de siete meses a bordo del Juan Sebastián de Elcano, una experiencia por la que tienen que pasar todos los futuros oficiales de la Armada española, conocidos como guardiamarinas.

El buque, que en febrero pasado cumplió 83 años, realiza el crucero de instrucción con 230 tripulantes a Latinoamérica, donde el Elcano participa junto a los veleros de otros diez países en la Regata Bicentenario, con la que se conmemoran los 200 años de independencia de varias naciones.

Alba es la única mujer de su promoción, pero no se siente única porque la tratan como a "uno más". "Con el tiempo he aprendido, y mis compañeros también, a vernos como iguales, y no tengo ningún problema", explica a Efe esta joven a la que siempre le atrajo el mundo militar.

Realiza las mismas maniobras que sus compañeros, que aseguran que la cuidan y se preocupan por ella "por el hecho de ser la única alumna", pero con la que no hacen ninguna distinción a la hora de trabajar.

"Aquí todos estamos repartidos por el barco, trabajamos en las velas y tiramos por igual", asegura el guardiamarina madrileño Miguel Ángel Matías.

También se encuentran "totalmente integradas" la oficial Isabel Martínez, que por cuarto año consecutivo desempeña las funciones de médico a bordo, y las veinte marineras del Elcano.

"La labor que se les pone es igual que a los marineros. Efectivamente habrá trabajos que ellos harán mejor porque están más preparados físicamente", explica a Efe el oficial Jacobo Casares en referencia a las labores de tirar de los cabos y de cargar víveres en los puertos.

Sin embargo, este oficial nacido en Cádiz en 1982 y que hace dos años embarcó en el buque escuela español, admite que en algunas actividades "ellas son más detallistas".

"En los tiempos que corren sería muy raro que la mujer no estuviera totalmente integrada en todos los ámbitos del Ejército", señala Casares, quien recordó que la presencia de la mujer en las Fuerzas Armadas se remonta a veinte años atrás.

Pese a sentirse "iguales" a sus compañeros, Alba e Isabel a veces echan de menos la compañía femenina para "poder comentar cosas de mujeres".

"Hay ciertos momentos en los que necesitas a una persona que te entienda, que sea como tú, porque a los chicos les puedes contar cosas pero evidentemente no es lo mismo", explica.

El buque escuela español tuvo que esperar hasta 1992 para embarcar a la primera guardiamarina. A sus 21 años Esther Yáñez se convirtió en la primera mujer en participar en un crucero de instrucción. Hoy es capitán de corbeta, uno de rangos más altos en la Marina.

Desde entonces el Elcano, que toma el nombre del primer navegante que entre 1519 y 1522 dio la vuelta al mundo, ha ido incorporando nuevas mujeres a sus filas.

Para ello, en el año 2004 se tuvo que llevar a cabo una "importante obra de habitabilidad", explica a Efe el capitán del navío, Manuel de la Puente Mora-Figueroa.

"Los camarotes eran comunes y hubo que dar alojamiento separado a mujeres y hombres para garantizarles intimidad".

Pero la presencia minoritaria de mujeres a bordo del buque en el que en 1958 embarcó el hoy rey Juan Carlos y en 1987 el Príncipe de Asturias no sólo se debe a un mero problema de espacio.

"Aunque las mujeres se van incorporando, la Marina es un mundo duro", apunta el capitán De la Puente, quien señala lo duro que para muchas mujeres resulta, en algunos casos, renunciar al cuidado de sus hijos.

A pesar de que las mujeres del Juan Sebastián de Elcano reconocen que esto puede suponer un problema, aseguran que la presencia femenina en la Armada cada vez será mayor.

De esta progresión queda aún mucho camino por recorrer teniendo en cuenta que el buque escuela chileno Esmeralda, el brasileño Cisne Branco y el mexicano Cuauhtémoc, que también participan en la regata, aún no llevan mujeres a bordo.

No es el caso del argentino Libertad, que cuenta con diez alumnas y tres marineras y el uruguayo Capitán Miranda, con ocho mujeres a bordo, de las cuales cuatro son alumnas.

La mujeres van conquistando poco a poco terreno en un mar todavía de hombres, porque como dice el guardiamarina Matías, "no es una cuestión física, sino de ilusión".

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