La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, defendió ayer al tesorero nacional del PP, Luis Bárcenas, y al eurodiputado Gerardo Galeote, implicados en el caso Gürtel por un auto del juez Baltasar Garzón, en el que aseguró que no hay "ninguna referencia" a financiación irregular del PP. "Esto no es Filesa", subrayó.

En una entrevista en televisión, desligó así el caso Gürtel del caso de corrupción que afectó al PSOE en los años 90, cuando la judicatura probó que se había creado una trama de empresas -Filesa, Malesa y Time-Export- para la financiación ilegal del partido con el fin de afrontar los gastos de las campañas electorales de 1989. Además de reivindicar la presunción de inocencia para los dos dirigentes del PP acusados por Garzón, Cospedal señaló que "incluso en el auto de Garzón, no hay absolutamente ninguna referencia a una supuesta financiación del PP". "Todo lo que se habla serían temas de referencia personal", añadió.

Negó por ello que haya imputación alguna contra Bárcenas en el auto de Garzón, que tildó de "ilegal", y afirmó que lo único que hay es un relato de "indicios, que no están acreditados con pruebas". Así, consideró que Garzón ha actuado de una manera "que no es propia de un juez" y que ha habido actuaciones "raras" en toda esta trama.

Desde el Gobierno, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dio la batalla al PP al criticar su "doble vara de medir" ante la comida que compartieron el consejero madrileño Francisco Granados y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Francisco Javier Vieira, tribunal que asumirá el caso Gürtel. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y a preguntas de los periodistas sobre si ve de igual manera la cacería que compartieron el ex ministro Mariano Fernández Bermejo y el juez Garzón y la comida de Granados con Vieira, la vicepresidenta dijo que "no es bueno" que se extiendan "sombras sobre el normal y correcto funcionamiento de la Justicia".

Frente a este "principio básico" que "defiende y defenderá" el Gobierno, de la Vega situó la "política de tierra quemada, cortoplacista" de quienes, dijo en referencia al PP, "no han dudado ni dudan todos los días en lanzar sombras de sospecha sobre la política, los políticos, la Justicia y los jueces".

Con esta política, prosiguió De la Vega, ponen de manifiesto su "doble vara de medir; para unos casos sí, para otros no", apuntó, en alusión a las críticas del PP a la comida del ex ministro y el juez, un encuentro que para este partido no tiene similitud alguna con el que mantuvieron Granados y Vieira.