La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró ayer que "a todos los españoles les ha sorprendido" escuchar al vicepresidente y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba decir que tiene "la solución" para resolver el problema del paro, sin haberla aplicado durante el tiempo que lleva siendo número dos del Gobierno o en su etapa anterior en el PSOE. "Sería casi delictivo tener la solución para luchar contra el paro como dice el candidato socialista y no haberla aplicado ahora que es vicepresidente, y haber dado lugar a que tengamos en España cinco millones de hombres y mujeres en paro", subrayó.

La número dos afirmó que "a todos los españoles les ha sorprendido" que el candidato socialista a la presidencia del Gobierno "sólo esté dispuesto a aplicar sus recetas contra el paro si le votan", y no lo haga mientras gobierna su partido. Según De Cospedal, "en algún sitio tiene que estar la trampa: o no se quiso ayudar a España a salir de la crisis antes y no se hizo lo que se tenía que hacer; o quien dice hoy que tiene recetas es que en el fondo no las tiene".

El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, no soltó ayer prenda sobre cuándo Rubalcaba dejará el Gobierno -y si será total o parcialmente- para dedicarse en exclusiva a su candidatura a la presidencia del Ejecutivo en las próximas elecciones legislativas. Asimismo, respaldó las críticas vertidas por el diputado por Cádiz contra la banca el pasado sábado.

Preguntado con insistencia por los periodistas en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal, Iglesias respondió una y otra vez que "lo hará en el momento más conveniente para su candidatura, el partido y el país". Y aseguró que ni tan siquiera él lo sabía y, acto seguido, le recomendó que "si quiere una cierta discreción, que no se lo diga a nadie".

Entre líneas, el número tres transmitió que Pérez Rubalcaba pudiera abandonar la portavocía y el Ministerio del Interior, pero no la vicepresidencia. "Que el PP no se ponga nervioso por esta cuestión. Quedan muchos meses de trabajo, quedan muchos meses de decisiones para concluir el programa de reformas del Gobierno", aseveró. Para reforzar que la idea de que la vicepresidencia no es incompatible con la candidatura a la presidencia, recordó que los presidentes del Gobierno nunca han dimitido cuando se han presentado a la reelección, construyó un silogismo y subrayó que "Alfredo está trabajando en el Gobierno".

Asimismo, Iglesias respaldó las críticas vertidas por Pérez Rubalcaba el pasado sábado contra las entidades bancarias por la concesión de hipotecas con altos niveles de riesgo de impago. De esta forma, el aparato del PSOE mostró todo su apoyo a uno de los principales guiños que su candidato a las presidenciales ha hecho hasta ahora a los votantes de izquierdas. Además, se mostró convencido de que el vicepresidente primero tendrá la oportunidad de "poner en práctica" sus medidas para reducir el paro, y defendió -restando importancia a las críticas vertidas por el PP, que le ha preguntado por qué no lo ha hecho antes- que ahora, cuando "hemos sacado la cabeza del agua", es el momento para implementarlas.

Ante tanta insistencia, el secretario de Organización aprovechó para elogiar a su candidato: "Es un candidato fuerte y potente que, cuando preguntas a los ciudadanos, gana a Rajoy en muchos parámetros de los que tiene que tener un buen gobernante: capacidad, tenacidad y preparación… Es un candidato muy competitivo". Y para atacar al PP: "Están cambiando el Váyase, señor Zapatero por las de No venga, no venga, señor Rubalcaba".

En cuanto a los asuntos que trató la Ejecutiva Federal, Iglesias calificó de "buenos" los datos del paro del pasado mes de junio y los de mayo y abril, dijo que el Debate del estado de la Nación había ido "muy bien" para el Gobierno y para el propio PSOE ante un PP sin alternativas, y destacó el sólido apoyo parlamentario que ha exhibido el Ejecutivo en este debate.

Sobre las resoluciones aprobadas, mencionó el aumento del sueldo no embargable, el incremento de valor de las viviendas cuando salen a subasta y los 3.400 millones de euros para que los ayuntamientos puedan pagar a acreedores.