El PP pidió ayer que en los contactos para la formación del Gobierno asturiano se actúe "con claridad y rigor" en alusión al líder de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, que ha recurrido ante la Junta Electoral Central al ver desestimada su reclamación contra el escrutinio del voto de los emigrantes, que dio un escaño más al PSOE.

Las reuniones entre los cinco grupos con representación en el Parlamento asturiano continuaron ayer con el encuentro que mantuvieron la cabeza de lista del PP, Mercedes Fernández, y el diputado electo de UPyD, Ignacio Prendes, cuyo voto puede ser decisivo para determinar el color del nuevo Gobierno asturiano.

Tras este encuentro, en el que el PP reiteró la imposibilidad de incorporarse a un Gobierno de concentración junto al PSOE como pedía UPyD, Fernández incidió en que sigue manteniendo su voluntad de diálogo para seguir avanzando "desde una postura abierta, que es la que permite avanzar".

"Desde posturas equivocas, interpretaciones erróneas y desmentidos se avanza mal", advirtió Fernández en alusión a Álvarez-Cascos después de que éste afirmara que el pacto ofrecido al PP no excluía la posibilidad de darle la Presidencia y negar después haber hecho esta oferta de forma explícita a los populares.

Esta posición fue ratificada después por el Comité Ejecutivo del PP de Asturias, que garantizó que realizará "todos los esfuerzos posibles de diálogo" en pos de un Gobierno "estable" y alertó contra cualquier intento de bloqueo en el nuevo Parlamento que provocase la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas.

A juicio del PP, que aún no ha determinado si Fernández optará a la investidura, resulta "imprescindible" dar una respuesta "de esperanza" a los asturianos y sería "muy negativo" cualquier bloqueo que determinase un nuevo adelanto electoral. Esta posibilidad se produciría en caso de un empate reiterado en la votación de la sesión de investidura, circunstancia factible si Foro y PP apoyasen a un candidato y PSOE e IU a otro a la vez que UPyD optase por la abstención.