A una semana de que la infanta Cristina comparezca como imputada ante el juez del caso Nóos, José Castro, los responsables de los juzgados de Palma y las fuerzas de seguridad ultiman los preparativos para que la declaración se desarrolle sin alterar la normalidad de la ciudad. Con la autorización por parte del juez decano de Palma de que doña Cristina acceda en vehículo hasta los juzgados, haciendo una excepción por estrictos motivos de seguridad, la Policía cuenta ya con el último elemento para cerrar el plan de seguridad.

Al margen de los juzgados, donde se están llevando a cabo los preparativos de forma discreta, la ciudad vive con tranquilidad las jornadas previas a la comparecencia de la infanta.

Ajeno a la expectación mediática, el Juzgado de Instrucción 3 de Palma continúa su labor cotidiana. Si bien el juez José Castro y la secretaria judicial se han trasladado a Valencia para tomar declaraciones del caso Nóos ayer y hoy, el próximo lunes al magistrado le toca guardia.

Los establecimientos comerciales, en particular los bares de los alrededores de los juzgados de Vía Alemania, están a la espera de conocer el detalle del despliegue de seguridad del próximo sábado para ver cómo afecta a su negocio. Es la tercera vez que esta zona de Palma vive una situación similar después de que en febrero de 2012 y 2013 declararan en la misma causa Iñaki Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres.

Como en esas ocasiones, se prevé que se cierren al tráfico dos de las calles anexas a los juzgados y uno o dos carriles de Vía Alemania, una de las principales arterias de la ciudad, ya que se han anunciado concentraciones con motivo de la comparecencia judicial. Hay vecinos de los edificios colindantes a los juzgados que intentan hacer negocio del histórico acontecimiento judicial y han ofrecido alquilar sus balcones a los medios de comunicación.

Más de setenta medios de comunicación locales, nacionales e internacionales han solicitado acreditaciones para cubrir la comparecencia, entre ellos las grandes agencias, televisiones y periódicos nacionales e internacionales. De cara a los preparativos para el 8 de febrero, lo primero que estableció el juez decano de Palma fueron los criterios para la prensa, que dispondrá de un espacio habilitado en el aparcamiento del juzgado. Habrá alrededor de 150 periodistas informando desde el patio y en total unos 250 profesionales cubrirán la comparecencia de la infanta. Los periodistas, que podrán acreditarse hasta el próximo lunes, se situarán junto a la puerta trasera por donde se accede al juzgado los días festivos y muy cerca de la rampa de entrada, al igual que ya ocurrió cuando declaró Urdangarin.

Previsiblemente la declaración de doña Cristina será una de las últimas diligencias antes de que el juez dé por concluida la instrucción que comenzó con la investigación del presunto desvío de fondos públicos al Instituto Nóos que presidió Urdangarin. Tres años y medio de indagaciones figuran recogidas en un sumario que supera ya los 53.000 folios en 52 tomos y que el día 8 sumará algunas páginas más. El pasado sábado, tres inspectores de Hacienda y una responsable policial que han participado en la investigación del caso ratificaron ante el juez Castro los informes en los que sostienen que no aprecian delito fiscal en la actividad de la infanta a través de la empresa Aizoon, de la que es copropietaria junto a su esposo.