40º Congreso PSOE

Pedro Sánchez se declara seguidor de la labor de Felipe González y Zapatero

  • El líder socialista cierra su primer congreso de celebración sin batallas

Pedro Sánchez, durante la clausura del congreso.

Pedro Sánchez, durante la clausura del congreso. / Abel Aliño/EFE

Pocos líderes del PSOE han tenido el poder de Pedro Sánchez, con un Gobierno propio y una Ejecutiva socialista de leales donde están integradas todas las baronías del partido. Quien fuese el radical, un heterodoxo, en aquellas segundas elecciones primarias que le devolvieron a Ferraz, ha abrazado este domingo las políticas de todos los gobiernos socialistas anteriores. Los de Felipe González y los de José Luis Rodríguez Zapatero, ambos presentes el sábado pasado al inicio de este 40º congreso federal de Valencia.

Ante algo más de 7.000 personas, en la Fira de Valencia, Sánchez ha reclamado todo lo que el PSOE ha hecho por España, desde la implantación de la educación pública y obligatoria hasta los 16 años, las pensiones no contributivas, el final de ETA y la creación de la Unidad Militar de Emergencias. "Un PSOE fuerte es imprescindible para la prosperidad de España", ha declarado casi al final de una intervención de una hora.

Buena parte de su distanciamiento con Felipe González provenía del carácter izquierdista de Sánchez y de sus alianzas con Podemos y apoyos en independentistas. "Este es un partido unido, abierto, que debate en libertad", se ha referido a la petición de González, que le solicitó el sábado que promoviese esa apertura. Sánchez aseguró que seguirá abriendo diálogos en Cataluña, porque entiende que es el modo de alcanzar la "concordia" y "asegurar la unidad de España".

Antes de este cierre, varios dirigentes socialistas y socialdemócratas internacionales han intervenido, por video, ante el congreso. Entre éstos, el brasileño Lula Da Silva y Olaf Scholtz, que previsiblemente será el nuevo canciller alemán. Hubo un homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba, el único fallecido de entre los secretarios generales que el PSOE ha tenido desde la Transición y un recuerdo para los 10 años que se cumplen desde que ETA anunció el cese definitivo de la violencia.

Para Sánchez, éste ha sido su primer congreso de celebración plena, y lleva tres. Aunque las referencias a González y Zapatero han sido continuas, ha querido recordar en qué situación se encontraba el PSOE cuando él alcanzó la secretaría. Y estaba en lo que se llamó la "pasokización", en referencia a la desaparición de uno de los grandes partidos socialistas europeos, el griego, aunque también le ha ocurrido al italiano y, a punto, de pasarle al francés. Sin embargo, las recientes victorias socialistas en Alemania y en los países nórdicos dan alas al PSOE, dispuesto a estrenar su nuevo ciclo con las elecciones municipales de 2023.

A la derecha y a la izquierda del PSOE, habían irrumpido dos nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, que amenazaban con tragárselo. "Se hablaba de irrelevancia, de sorpasso, de decadencia", subrayó Sánchez en lo que también ha sido una defensa de su gestión.

Lo que viene a sostener el secretario general es que la socialdemocracia ha iniciado un período de recuperación mundial, porque catástrofes económicas, como la que comenzó en 2008, o sanitarias, como la pandemia del Covid, demuestran que el Estado debe ser fuerte cuando todo lo demás se derrumba. "Nos critican, pero qué son los demás, quienes no son socialdemócratas. Los del Brexit, los de Orban y los de Trump", ha añadido, a la vez que ha criticado la falta de apoyo del PP en los meses más duros de la pandemia.

 

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