El presidente Mariano Rajoy admitió ayer que su Gobierno y partido deberán "corregir" algunas "cosas" tras los resultados obtenidos en las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía, los peores cosechados por su formación en 20 años, y se comprometió a trabajar "con mayor intensidad si cabe" para que la superación de la crisis económica llegue "a la totalidad de los españoles".

Así se pronunció en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, que visita por vez primera España en su nuevo cargo, y tras ser preguntado por las críticas internas dentro del PP a la estrategia de comunicación de su Gobierno.

"Es evidente que los resultados no son los que hubiéramos esperado y es evidente que cuando uno tiene resultados peor de lo esperado, debe corregir cosas y hacer un esfuerzo para que eso pueda mejorar en el futuro. En realidad, cuando se gobierna y en cualquier faceta de la vida es bueno tomar decisiones para mejorar y actualizarse", dijo el presidente.

"Tendremos que corregir lo que haya que corregir, trabajar con mayor intensidad, pero esto no es una noticia, sino actividad interna del partido", añadió.

Rajoy se escudó en que durante más de la mitad de la legislatura, su Gobierno estuvo centrado en el "gran objetivo de superar la crisis económica", lo que no fue "fácil". "Superamos la amenaza del rescate, también las dudas de los mercados, unos precios que nos impedían a muchas instituciones financiarnos... Hoy, además de superar la crisis, ya hemos conseguido que algunas cosas las perciba la gente", explicó. Así, recordó que por vez primera el Gobierno ha podido bajar impuestos este año, que está aumentando el consumo y que 2014 fue el primero en siete años en que se pudo crear empleo.

"El gran trabajo ahora -insistió- es que la superación de la crisis llegue a la totalidad de los españoles. A eso es a lo que se va a dedicar el Gobierno en lo que resta de legislatura porque es la gran prioridad y nuestra obligación ante la sociedad española". También se hará un esfuerzo, dijo, en "intentar explicar" a los españoles la gestión del Ejecutivo.

Para Rajoy, los malos resultados obtenidos en Andalucía no son sino un "estímulo" para seguir trabajando "con mayor intensidad si cabe", y aseguró que piensa volcarse en la campaña electoral de cara a las próximas municipales de mayo.

Por otro lado, Rajoy defendió ante Tusk una "acción conjunta y ambiciosa" de la UE para luchar contra el terrorismo yihadista y facilitar la estabilidad en el Mediterráneo. Ambos se reunieron ayer en Madrid con motivo de la visita de trabajo del presidente del Consejo, centrada principalmente en analizar la dimensión meridional de la política europea de vecindad, es decir, la relación de la UE con los países de la ribera sur del Mediterráneo. Rajoy agradeció que Tusk se involucre personalmente en este asunto que España considera vital para Europa

Subrayó que España es uno de los principales impulsores de la política de la UE con el Mediterráneo al entender fundamental que Europa contribuya con todos los instrumentos a su alcance a crear un espacio de prosperidad compartida entre ambas orillas.

En ese contexto, lamentó que la frontera entre Europa y el Mediterráneo siga siendo una de las principales brechas en términos de renta en todo el mundo.

Ante esa situación de "flagrante desigualdad", Rajoy consideró que los dirigentes europeos no pueden quedarse de brazos cruzados y la cooperación con la ribera sur es "un imperativo humanitario y estratégico" ante intereses comunes como la lucha contra el terrorismo yihadista, la inmigración ilegal, la energía o los intercambios comerciales.

"Nuestra acción debe ser conjunta y ambiciosa", defendió antes de explicar que, por ello, España ha organizado junto a las instituciones europeas la conferencia ministerial sobre el Mediterráneo que se celebrará en Barcelona el 13 de abril.