El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer que España ha pasado de ser objeto de preocupación a ser escuchada en los foros, y de ser el enfermo a estar en la vanguardia de la recuperación en Europa. En definitiva: "Podemos decir que en muchos aspectos la crisis es historia del pasado".

Rajoy se expresó así en la clausura de un encuentro empresarial sobre la internacionalización organizado por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el ICEX y la CEOE, donde advirtió de que durante este proceso de mejora de la economía, España ha contado con la ventaja de la "estabilidad" política.

Un aspecto que en su opinión "hay que tener muy presente en momentos en los que algunas fuerzas tratan de inocular una visión catastrofista de la realidad en la mente de los españoles, una tarea en la que están contando con apoyos tan sorprendentes como inexplicables", añadió el presidente, que repasó la evolución de la economía española desde que llegó al Gobierno.

El jefe del Ejecutivo explicó que en estos casi tres años de mandato ha habido momentos duros, como la reunión del G-20 en junio de 2012, celebrada en México, cuando la presión que soportaba la economía española casi llevó al país a pedir el rescate. Ahora, la economía española, tras cinco trimestre de crecimiento, tiene perspectivas más alentadoras, manifestó Rajoy, para quien España "es ahora un ejemplo de recuperación".

"Hoy podemos decir que en muchos aspectos la crisis es historia del pasado". "Y podemos decir que estas Navidades van a ser las primeras de la recuperación", agregó.

El presidente del Gobierno defendió sus reformas como "el motor del progreso" y alertó de que este no se logrará ni con el rupturismo y el "adanismo" de Podemos ni con las "ocurrencias" y la "desorientación" del PSOE.

Su secretario general, Pedro Sánchez, le dio réplica recomendándole "poca autocomplacencia", porque España es el país "donde más ha crecido la desigualdad del mundo", según datos de la OCDE. En los pasillos del Congreso, el líder de los socialistas apuntó que "ojalá" se confirmen las previsiones para el futuro de la economía y España "pueda crear trabajo de manera intensa", pero subrayó que lo que ve en la calle es "un sentimiento muy generalizado y cada vez más mayoritario" de voluntad de que Rajoy "pase a ser un mal recuerdo del pasado de todos los españoles".

El portavoz económico del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, afirmó que el "espíritu navideño" lleva al presidente del Gobierno a un "optimismo desmedido".

El portavoz adjunto del grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Joan Coscubiela, acusó a Rajoy de "no conocer lo que pasa en la calle" y lea recomendó que visite pueblos y ciudades para comprobar si, como dice, ha terminado la crisis económica.