Crónica Personal

Pilar Cernuda

Rajoy, a por la segunda oportunidad

ARRANCÓ el debate de investidura con un Pedro Sánchez que pronunció un discurso brillante pero con excesiva brocha gorda, porque parte de los datos que lanzó contra Rajoy no se correspondían con los hechos. Como se suponía, la respuesta del candidato fue demoledora, y eso que no hizo sangre porque, como advirtió al inicio de su intervención, no quería dañar al líder de la oposición porque esperaba que finalmente abandonara su posición de no es no y le permitiera gobernar.

Apareció el Rajoy socarrón, irónico y de sobrada experiencia, que rebatió acusaciones y aportó datos relevantes sobre su acción de Gobierno. Ni por esas arrancó el puñado de abstenciones socialistas que necesitaba, y tampoco arrancó un voto positivo más aparte de los anunciados de Ciudadanos y Coalición Canaria. Sin embargo Rajoy se defendió con uñas y dientes de las acusaciones, algunas muy duras, y a lo largo del debate jugó con una importante baza a favor además del apoyo de un Rivera confirmado con escaso entusiasmo: el populismo exagerado y trasnochado de Podemos, el empeño independentista de ERC y el anuncio del PNV de que Sánchez se olvide de que su partido pueda ayudarle a convertirse en presidente de gobierno. Hablando en plata: pronto se pudo advertir que Sánchez no podía ser alternativa de ninguna de las maneras, aunque le quedó abierta la posibilidad que le ofrecía Albert Rivera, que los dos se dedicaran a legislar desde la oposición una vez que facilitara a Rajoy la continuidad en el gobierno. Curiosa propuesta al proceder de quien procedía.

Rajoy no ha sido investido presidente, como se preveía, y probablemente tampoco lo será el próximo viernes. Lo que significa que vamos a terceras elecciones o a una nueva investidura. Que solo podría ser nuevamente de Rajoy pues este miércoles ha quedado claro que no hay alternativa posible. ERC ha anunciado que solo apoyaría a Sánchez si acepta un referéndum independentista y el PNV, ya lo hemos dicho, ha anunciado que solo pensar en que Sánchez le puede pedir ayuda les produce risa. Una manera innecesariamente hiriente de exponer su posición.

¿Se abre la posibilidad de unas terceras elecciones tras esta primera votación del primer debate de investidura? En política nunca se puede dar nada por seguro, pero si se da por bueno lo que dicen la mayoría de los socialistas con cierto peso en el partido, incluido el propio Sánchez, esas terceras elecciones no las quieren ver ni en pintura. Así que, tras el tenso, apasionante a veces y esclarecedor debate, demoledor para algunos portavoces, solo queda cruzar los dedos, que alguien en el PSOE imponga el sentido común de permitir que gobierne quien cuenta con el respaldo de 170 votos, y que haya gobierno antes del 15 de octubre. Fecha en la que si un gobierno en activo no presenta su senda de estabilidad presupuestaria, la Comisión Europea impondrá a España un multazo que nos dejará temblando.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios