56 inmigrantes, ocho de ellos con síntomas de hipotermia, llegaron ayer al puerto grancanario de Arguineguín tras ser rescatados en alta mar por una embarcación de Salvamento Marítimo, que les remolcó hasta alcanzar la costa canaria, según informaron fuentes de la Cruz Roja.

Los inmigrantes viajaban en un cayuco, según indicaron fuentes de Cruz Roja, que señalaron que entre los 56 ocupantes de la embarcación auxiliada podrían haber hasta diez menores.

Los efectivos de Cruz Roja prestaron atención sanitaria a todos los inmigrantes, tras su llegada sobre las 15:00 al puerto de Arguineguín, situado al sur de la isla de Gran Canaria, remolcados por la embarcación de Salvamento Marítimo que salió a su rescate a unas 14 millas al sur de la isla.

Las mismas fuentes precisaron que los inmigrantes con síntomas de hipotermia no necesitaron ser trasladados a centro de salud.

El archipiélago canario sufre desde 2006 una avalancha de pateras que parece no tener fin pese a las medidas adoptadas por el Ejecutivo en colaboración con otros países europeos. Desde el verano de 2006, la llegada a Canarias de inmigrantes subsaharianos ha sido una constante que sigue sin atajarse.

Las medidas de vigilancia de la costa canaria en cooperación con la agencia Frontex no han sido suficientes ya que las mafias siguen operando igualmente, si bien lo que han cambiado han sido las distancias que recorren los subsaharianos que se lanzan al mar en busca de más y mejores oportunidades.

Si antes de reforzar los controles marítimos los cayucos emprendían su singladura desde el Sáhara o desde el norte de Mauritania, ahora lo hacen al sur de Mauritania o desde Senegal, poniendo más en riesgo la vida de los ocupantes al tener por delante más kilómetros para llegar a la costa. A esta crisis en la costa canaria, precedió el asalto a la valla de Ceuta y Melilla en el verano de 2005, otro episodio que pone de manifiesto el drama de la inmigración ilegal y las mafias.