La Familia Real ha presidido el funeral de Estado por el ex presidente Leopoldo Calvo Sotelo, un oficio religioso que ha reunido en la catedral de la Almudena a representantes de todas las instituciones del Estado para honrar a un hombre "dedicado por entero al servicio de su pueblo y de su patria".

Así lo ha definido el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en la homilía pronunciada en las honras fúnebres por el primer ex jefe del Gobierno de la democracia que ha fallecido, a las que han asistido alrededor de 900 personas.

El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha seguido la misa junto a la práctica totalidad de su gabinete, que el protocolo ha situado por delante de los ex presidentes Felipe González y José María Aznar.

Después de un breve saludo, ambos han compartido banco en silencio, tras las altas autoridades del Estado y por delante de los representantes de los partidos políticos, como el líder del PP, Mariano Rajoy.

Rouco Varela, que ha concelebrado la misa con el nuncio del Vaticano, Manuel Monteiro de Castro, y con el arzobispo auxiliar Fidel Herráez, ha destacado la vida profesional y de hombre público de Calvo Sotelo "dedicada por entero al servicio de su pueblo y de su patria, fuesen cuales fuesen las dificultades del momento, incluso en las más dramáticas". Es en esas circunstancias, ha recordado el cardenal, cuando "la lealtad, esa virtud tan ligada a la auténtica verdad de lo humano, se pone a prueba".

Antes de comenzar el oficio religioso y al concluir la interpretación del himno nacional, Don Juan Carlos, Doña Sofía, los Príncipes de Asturias, las Infantas Elena y Cristina e Iñaki Urdangarín han saludado cariñosamente a la viuda de Calvo Sotelo, Pilar Ibáñez-Martín y a sus hijos, situados en la nave central de la Almudena.

Los Reyes, de riguroso luto, han seguido la ceremonia desde un sitial de honor en el lado del Evangelio, con los demás miembros de la Familia Real muy cerca de ellos.

La presencia en la Almudena de las altas autoridades del Estado, ministros y ex ministros, ex presidentes y políticos en activo ha propiciado curiosos saludos y encuentros, como la charla mantenida por Rajoy y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Rajoy ha tenido también ocasión de saludar a Aznar, aunque no han hablado, y a la hora de darse la paz, la esposa de González, Carmen Romero, que estaba sentada entre él y Aznar, ha dado la mano al ex presidente del PP y a su mujer, Ana Botella.

Entre los que han querido honrar la memoria de Calvo Sotelo, fallecido a los 82 años el pasado 3 de mayo en su residencia madrileña de Pozuelo de Alarcón, se pudo ver al que fue su ministro de Defensa, Alberto Oliart, al alto representante de la política exterior de la UE, Javier Solana, y a Adolfo Suárez Illana, hijo del primer presidente de la democracia.

Varios presidentes autonómicos estuvieron también presentes en la catedral, donde el coro Favala y Música, dirigido por Walter Leonhardt -que fue profesor de uno de los hijos de Calvo Sotelo- ha interpretado obras de Tomás L. de Vitoria, Bibdel, Fauré, Corelli, Masson y Mascagni.

Al concluir la ceremonia, los Reyes han dado el pésame a la viuda, a los hijos y a otros familiares de Calvo Sotelo, incluidos los numerosos nietos del ex presidente.

Detrás de ellos, el resto de la Familia Real, el presidente del Gobierno junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, y el resto de autoridades.