Era evidente la decepción de Albert Rivera tras su apuesta para ir de la mano del PSOE y tratar de investir a Pedro Sánchez. Perdió el órdago, al menos los dos primeros, ya que no logró convencer al único partido que podía aliarse con ellos, el Partido Popular, para que se abstuviera en bloque y permitir que el socialista fuera elegido presidente de la undécima legislatura.

De ahí que el presidente de Ciudadanos (C's) arremetiera en sus cinco minutos de intervención especialmente contra Mariano Rajoy, a quien acusó de haber intentado poner en jaque el papel constitucional del Rey, así como al Congreso y a la propia democracia, aunque "no lo ha conseguido". También llamó la atención sobre el hecho de que voten juntos quienes quieren que se rompa España, en alusión a Podemos y a los independentistas, y quienes quieren que se "pudra", en referencia al PP.

Señaló que hay "una oportunidad de oro" para, aplicando el acuerdo de legislatura firmado por PSOE y C's, llevar a cabo "las reformas que necesita el país". Y dirigiéndose a Rajoy, apuntó que éste "no es tiempo de conformistas", sino de "gente que quiere cambio y acción".

Instó el dirigente catalán al PP a que "dejen de destruir y empiecen a construir", pero no se olvidó de Podemos: "Ojalá se parecieran ustedes al PCE de la Transición", afirmó aludiendo a la formación morada y a su secretario general, Pablo Iglesias, a quien afeó su "ética de laboratorio" frente a la ética que demostraron, a su juicio, quienes venían del exilio y hace más de 30 años pactaron con quienes pensaban distinto. Prosiguió su ataque a Iglesias asegurando que "dice que quiere un pacto a la valenciana", pero "teniendo en cuenta los ministerios que pide, con quién va y el referéndum que quiere hacer, quiere un Gobierno de traca, más que a la valenciana", denunció.