España

Sánchez deja claro a Casado y Arrimadas que su vía es la de ERC

  • El candidato socialista a la investidura demanda al PP su abstención para no depender de los independentistas

  • El jefe de la oposición se niega a servir de "coartada" de un Gobierno "letal con comunistas"    

Reunión entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, este lunes en Madrid.

Reunión entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, este lunes en Madrid. / Inma Mesa (EFE)

Pedro Sánchez lo tiene del todo claro, más desde este lunes: la única vía para intentar saldar con éxito su investidura como presidente del Gobierno es la de la negociación de la abstención de ERC, imprescindible de todas todas. Por si quedaba alguna duda, ha quedado disipada tras reunirse con Pablo Casado y con Inés Arrimadas, unos encuentros de los que el líder socialista no esperaba (ni quería) nada.

Al primero le ha reclamado la abstención y a la segunda el apoyo de los diez diputados naranjas para no depender de Esquerra en la investidura ni en la legislatura. A cambio de nada.

El líder de la oposición le ha dejado claro que no está dispuesto a ser la “coartada” del PSOE. “Nadie en España entendería que el PP facilite un Gobierno con los comunistas de Podemos”, ha afirmado sin ambages Casado en una rueda de prensa en el Congreso al término de su primer cara a cara con Sánchez desde las elecciones del 10 de noviembre, que ha durado apenas 45 minutos y en el que los dos han posado con rictus serio.

Petición en balde

Según fuentes del PP, informa Europa Press, Sánchez ha demandado a Casado la abstención del PP, no de los 88 diputados del Grupo Popular, sólo de los que le faltarían para poder ser investido en segunda votación con más síes que noes, unos 13 escaños, los que tiene ERC.

El líder del PP le ha dicho que nones. Los populares se erigen como única alternativa a los socialistas y no están dispuestos a perder esa vitola. Según ha explicado, le había preguntado a Sánchez hasta “cinco veces” si ésa era la única oferta que estaba dispuesto a plantearle al PP para facilitar su investidura y el dirigente socialista, según Casado, le ha contestado que no hay otra.

Casado está convencido de que Sánchez está instalado en el “no es no a cualquier alternativa que suponga romper con Podemos”, por lo que el acercamiento al PP no es otra cosa que un “simulacro”.

Es más, sospecha que Sánchez está intentando que el Partido Popular sea una “coartada” a una decisión “libre y voluntaria” que tomó la misma noche electoral de pactar con Podemos un Gobierno de coalición, lo que para Casado sería “letal” para España.

De la reunión de Sánchez con la portavoz en el Congreso de Ciudadanos tampoco se esperaba nada.

Arrimadas aún ve margen

Pero Arrimadas ha afirmado tras la reunión, de una hora, que aún ve margen para un acuerdo “constitucionalista” entre PSOE, PP y Ciudadanos mientras Sánchez no cierre un pacto con ERC que garantice la puesta en marcha del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

Arrimadas ha remarcado en rueda de prensa que es al líder socialista a quien corresponde abrir la puerta a esta opción y ha señalado que si decidiese explorarla, al PP le sería muy difícil rechazar esa negociación.

“España necesita soluciones y nadie me puede convencer de que es más fácil un acuerdo con Podemos, ERC, Bildu (...) que sumar PSOE, PP y Cs”, subrayó.

Arrimadas ha aprovechado el encuentro con Sánchez para plantearle una reforma electoral para cercenar la representación de partidos nacionalistas en el Congreso con un corte mínimo de un 3 o un 4% a nivel nacional, como tienen otros países europeos, apuntó.

Así que tras reunirse con el PP y con Ciudadanos, que han abierto la ronda de los socialistas con las formaciones parlamentarias para propiciar la investidura de Sánchez, las cosas siguen igual que antes: todos los caminos conducen a ERC.

El PP y Ciudadanos no están dispuestos a facilitar la investidura en modo alguno si Sánchez no renuncia a su acuerdo con Unidas Podemos, que ha sido ya aprobado por las bases del PSOE. Ahora empieza el juego del relato en el que cada uno culpa al otro de no querer un acuerdo que ninguno en realidad desea.

Lo ha dejado este lunes blanco y en botella la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, que ha certificado a los medios que no hay plan B en Ferraz a la investidura de Sánchez independentistas republicanos catalanes mediante.

“El plan B es conseguir la investidura cuanto antes”, señaló Lastra al ser preguntada sobre si el PSOE se plantea alguna alternativa a su derecha para desbloquear la situación caso de que fracase la negociación en curso con ERC.

Un laberinto que se complica a marchas forzadas. La extradición de Puigdemont, la inmunidad de Junqueras, el tsunami que avecina en el Barça-Real Madrid y el congreso de ERC este fin de semana se conjugan para complicarle aún más la investidura a Sánchez.

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