comité federal del PSOE

Sánchez reprocha a la oposición su "política pendenciera" que socava la convivencia

  • El presidente del Gobierno lamenta que se "confundido la discrepancia con la crispación", estrategia en la que asegurado que el PSOE no participará.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en un mitin multitudinario en el municipio madrileño de Fuenlabrada

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en un mitin multitudinario en el municipio madrileño de Fuenlabrada / EFE

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha reivindicado hoy el "sentido común" y la serenidad de su proyecto de cambio para adoptar medidas en favor del bienestar de los ciudadanos frente a la "política pendenciera" que cree que está protagonizando la oposición.

Sánchez ha encabezado el primer Comité Federal del PSOE desde que es jefe del Gobierno (en el que se ha proclamado a los candidatos socialistas a las presidencias de las comunidades que celebran elecciones el 26 de mayo), así como un acto posterior en el que ha sacado pecho por el cambio que ha supuesto en la vida política y por las medidas que está aprobando.

Unas decisiones que cree que demuestran el carácter progresista de un Gobierno que ha asegurado que "aplica antes el sentido común que la propia ideología".

"Gobernamos desde el sentido común, gobernamos para todos, sean ciudadanos que han votado al PSOE, al PP, a Podemos o a Ciudadanos", ha garantizado antes de advertir de que a algunos, en referencia a los partidos de Pablo Casado y Albert Rivera, se les ha "atragantado" y "parado el reloj" con la moción de censura.

En esa línea, ha insistido: "han confundido la discrepancia con la crispación. Es lógico que la oposición quiera desgastar al Gobierno, pero no que lo hagan a costa de socavar los pilares de la convivencia y la paz social".

Frente a ello, ha garantizado que los socialistas no van a participar en esa "política pendenciera", sino que van a estar en la defensa serena de un proyecto político que es bueno para la mayoría social.

Aunque ha asumido la dificultad para gobernar, ha proclamado su determinación a seguir adelante porque "a los socialistas nos pone -ha dicho- hacernos cargo de tareas difíciles y complicadas".

Para él, la fortaleza del PSOE radica en que tiene proyecto, ha entendido que la nueva política no es imponer, sino acordar, y todas las medidas que aprueba el Consejo de Ministros tienen apoyo social.

Como ejemplo de ello ha citado el real decreto sobre el impuesto de las hipotecas y que ha justificado: "la sociedad española fue solidaria con la banca, y la solidaridad es recíproca".

El presidente del Gobierno ha citado las cinco grandes transformaciones que cree que necesita España: la educación, el mercado de trabajo, abrir un debate sobre cómo se sostiene el estado de bienestar, ecología y reforma constitucional.

Ha sido entonces cuando ha defendido que en el texto constitucional se reconozcan más derechos y libertades y cuando ha avanzado que antes de que termine noviembre el Consejo de Ministros tramitará la reforma con la que pretende suprimir los aforamientos.

Sánchez ha rememorado su mensaje en el último Comité Federal celebrado hasta ahora y en el que, antes de que se votara la moción de censura, pidió a sus compañeros su confianza para que el partido asumiera su responsabilidad para sustituir a un Gobierno "asediado por la corrupción y con un proyecto político agotado".

Ha reconocido que no era fácil que triunfara la moción, pero ha subrayado que "en la vida y en la política hay ocasiones en las que no hay que mirar el coste o el beneficio, sino que hay que hacer lo que se debe".

Tras recalcar que la moción fue "una reivindicación de higiene democrática" del sistema político, ha considerado que "hace cinco meses salió de la Moncloa la resignación y entró la esperanza".

El jefe del Gobierno ha insistido en la dificultad de hacer una transición "en cuestión de horas" y ha destacado la competencia de los ministros elegidos, a los que ha agradecido su compromiso.

Sánchez ha vuelto a calificar a su Ejecutivo de "progresista, europeísta y feminista" y ha destacado su apuesta por la justicia fiscal, por la igualdad real, por la universalidad de la sanidad pública o por la solidaridad ante la inmigración.

"No vamos a consentir que nadie muera en el Mediterráneo porque no tiene la solidaridad de los países", ha añadido antes de asegurar que frente a quienes enarbolan la bandera del individualismo y el egoísmo (que cree que es la simiente del discurso "autoritario y de odio en muchas partes de Europa), su Gobierno quiere una Europa "fraternal y solidaria".

Junto a Sánchez y varios de sus ministros han estado presentes la mayoría de candidatos que han sido proclamados hoy para las autonómicas del 26 de mayo y que han tomado brevemente la palabra para conjurarse en la continuidad de las políticas sociales que el PSOE está poniendo en marcha.

Sánchez les ha garantizado todo el apoyo del PSOE y el reconocimiento de su Gobierno a la labor que están realizando.

Siguiendo el lema "Estamos preparados, estamos preparadas" que ha presidido el acto celebrado en Fuenlabrada, Sánchez ha ratificado que su partido lo está para ganar primero en Andalucía el próximo 2 de diciembre y después en las municipales, autonómicas y europeas de 2019.

Tras esa referencia ha aprovechado para reiterar la hoja de ruta del Gobierno para la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos: "En 2019, después de muchos años de espera, no habrá un mausoleo en homenaje al dictador".

De la misma forma, ha garantizado la superación de la LOMCE, la subida del salario mínimo a 900 euros o el blindaje de las pensiones y su revalorizarán conforme al IPC en 2019 aunque no haya nuevos presupuestos debido a "irresponsables políticos" que no quieren abrir ni siquiera su debate.

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