España

Sánchez se someterá a una cuestión de confianza en dos años si es elegido presidente

  • El secretario general del PSOE insiste en haber demostrado que es "un político que hace lo que dice" y cumple con su palabra. Con esto pretrende demostrar que su partido "cumple y cumplirá con los objetivos que se ha marcado".

El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido a someterse a una moción de confianza en dos años para "rendir cuentas" del cumplimiento de sus promesas ante los españoles, si es investido presidente tras las elecciones del 26 de junio. Sánchez ha adquirido este compromiso en el acto de presentación del documento Compromisos para un sí al Gobierno del cambio, que ha celebrado en Madrid tras reunirse con el grupo de expertos que forman su gobierno en la sombra.

Con ese anuncio, con su rúbrica en el documento y con los plazos que por primera hay marcados en el epígrafe de cada objetivo, el candidato ha querido remarcar -a menos de un mes de la cita electoral- su vinculación con la idea de compromiso y la credibilidad de su palabra. "En los casi dos años que llevo al frente del PSOE y especialmente en los últimos cinco meses, si algo he demostrado es que soy un político que hago lo que digo, que cumplo mi palabra", ha dicho junto a un gran panel de promesas firmadas y "calendarizadas". "Voy en serio, mis objetivos son ambiciosos y realistas, tienen fechas y son firmes", ha continuado, para a continuación reforzar su mensaje con el compromiso de que se someterá a una moción de confianza a mitad de la legislatura para "rendir cuentas y demostrar que el PSOE cumple y cumplirá con los objetivos marcados".

Tras descartar la semana pasada en la reunión anual del Círculo de Economía que pueda haber terceras elecciones, lo que ha sido interpretado en distintos sectores como que dejará gobernar al PP si gana, Sánchez ha vuelto a evitar esa posibilidad y solo se ha referido a una hipotética victoria del PSOE. "Si el PSOE es la primera fuerza, habrá cambio, porque no habrá excusas para los que lo bloquearon; vamos a trabajar por un gobierno de cambio que represente a la mayoría y vamos a hacer lo indecible para que no haya terceras elecciones", ha señalado, al tiempo que ha dado por demostrado que su partido ha sido el que ha "hecho más por que no haya segundas elecciones".

Sánchez ha reivindicado también la socialdemocracia como "solución" a la crisis del Estado del bienestar y del sistema de derechos y libertades que se vive en toda Europa, frente al modelo de la "derecha" que, a su juicio, se basa en "recortes" e "intransigencia". Tras proponerse como presidente de un gobierno "social", "dialogante" y "limpio", el candidato ha vuelto a erigir al PSOE en la única salida al "atasco político" que vive España y a remarcar lo "urgente" que es el cambio de gobierno.

En su documento Compromisos para un sí al Gobierno del cambio, Sánchez ha incluido llegar a un "pacto político" con Cataluña que "reconozca su singularidad" y "mejore su autogobierno", "respetando las implicaciones del principio de igualdad". A diferencia del programa de gobierno con el que abordó el pasado febrero la negociación de su investidura, en el que fijaba un mes de plazo para constituir una subcomisión en el Congreso que estableciera el contenido inicial de la reforma, ahora ese plazo se amplía a dos meses.

Para su compromiso de reconocer un Ingreso Mínimo Vital como prestación no contributiva de la Seguridad Social para unos 720.000 hogares que carecen de ingresos, el plazo máximo que se marca es de cuatro meses, mientras que el de la reforma fiscal y el acuerdo social y político por la educación es de seis meses. La imposición del "recargo de solidaridad" con el que pretende financiar las pensiones la llevará a cabo en el primer año de gobierno, según consta en el documento.

También un año de plazo se marca para imponer medidas de racionalización de horarios de trabajo en el ámbito de la Administración Pública y fomentar su extensión a otros sectores productivos, mediante un plan que aprobaría en los primeros seis meses. Entre sus medidas "inmediatas" destaca la subida del salario mínimo un 4%, para alcanzar el 60% del salario medio neto en dos legislaturas, así como la derogación de la reforma laboral. La eliminación "al completo" de la pobreza infantil se compromete a culminarla a lo largo de la legislatura, igual que la reducción a la mitad de la tasa de paro.

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