Doble fondo

JM

Estuvo soberbio, para variar. Con ese empaque de esfinge y mentón duro como los tales tipos, José María Aznar -no confundir con JM, ¿quién será el JM ése que aparece en los papeles del ex tesorero del PP Luis Bárcenas?- nunca se arrugó y el uno contra todos se saldó con un empate que le sabrá a poco a un ganador nato como él.

El campeonísimo se presentó ante la comisión de investigación del Congreso sobre la financiación ilegal del PP sin atisbo de contrición por un asunto que le ha costado el cargo a su sucesor al frente del partido. Llegó arropado cual bebé en el útero materno con su cachorro predilecto, Pablo Casado, a la cabeza de la cofradía del santo reproche a los descastados que osan nombrar a su dios en vano mezclándolo con turbiedades.

Como las que desfilaron tan engominadas como entonces anónimas por el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial el 5 de septiembre de 2002 en la boda de la tercera Infanta, su hija, Ana, con Alejandro Agag, el amigo que elevó a testigo del enlace a don Vito, digo don Francisco Correa. Que les regaló la iluminación del evento, unos 32.000 euros. Un amigo como dios manda siempre da la talla y se rasca el bolsillo.

Que las empresas del perfecto desconocido empezaran a facturar como un caballo desbocado coincidiendo con la etapa de J. M. Aznar al frente del PP es una puñetera casualidad sin mayor trascendencia. Y tampoco hay que buscar tres pies al gato con esa caja B del PP acreditada en sentencia judicial.

Enteraos: J. M. Aznar era ajeno a contubernios y él se dedicaba a velar por el bien de esta madre patria llena de desagradecidos a un presidente sin par.

Y que con un par nos metió en la guerra de Iraq en busca de esas armas de destrucción masiva que cualquier día aparecerán, que te lo juro por Snoopy. A J. M. Aznar le vais a dar lecciones bélicas los socialistas (aficionados, que sois unos aficionados), que os sacó los colores mofándose de vuestros beatíficos proyectiles de alta precisión.

Conocerlo es amarlo y hasta se ha redimido con el PP, que también, como dice él, lo quiere mucho, aunque como guardián del calabozo estuviera algo despistado. Nos queda el regusto amargo de quedarnos sin saber quién demonios es el JM ése que recibió y repartió sobresueldos. Va a ser un Jocoso Mendaz, por no ir a lo escatológico con la M, por si las moscas...

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