La investidura del líder socialista, Pedro Sánchez, se ha adelantado al próximo 1 de marzo, en una polémica decisión que ha anunciado el presidente del Congreso, Patxi López, y que ha recibido las críticas del Partido Popular y Podemos.

El debate de investidura comenzará así el martes, día 1, por la tarde, con la intervención de Sánchez -sin límite de tiempo- para explicar su programa de Gobierno y continuará a las nueve del día siguiente con las intervenciones de los grupos, las réplicas del candidato y la primera votación. Si como se prevé, el líder socialista no logra ser investido en la primera votación, para lo que requiere mayoría absoluta, la segunda, en la que le bastaría la mayoría simple, tendría lugar igualmente el sábado 5 de marzo.

Patxi López ha justificado el adelanto en la necesidad de cuadrar las fechas para que, caso de no haber investidura, las nuevas elecciones se celebren el domingo 26 de junio, ya que es necesario que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique el decreto de convocatoria el 3 de mayo. La Constitución establece un plazo de dos meses, "a partir de la primera votación de investidura" para la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones, a los que hay que añadir los 54 días que, según la normativa electoral, deben transcurrir para la celebración de los comicios. La propuesta de López ha sido apoyada por el PSOE y Ciudadanos y criticada por el PP, que se ha opuesto a que el primer día de debate hable solo Sánchez, y por Podemos, que, aunque ha mostrado su acuerdo con el adelanto, ha pedido que la sesión empezara el día 1 por la mañana y no por la tarde. Ante tal desacuerdo, López ha hecho uso de su potestad como presidente para ordenar el debate "con garantías de seguridad".

El PP acusa a López de "estar al servicio de Sánchez"

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha acusado a López de actuar "al servicio" de Pedro Sánchez y de saltarse "a la torera" las previsiones parlamentarias y constitucionales al fijar la fecha del debate de investidura. A juicio de Hernando, López ha cometido un "gravísimo error" con esta decisión "arbitraria" para "favorecer al diputado Sánchez" incumpliendo lo establecido en el reglamento del Congreso.

El dirigente popular ha criticado además a Ciudadanos por apoyar el cambio de fecha y ha asegurado que el portavoz de esa formación, Juan Carlos Girauta, le ha dicho que preferían la nueva configuración del debate porque haría que la intervención del líder de C's, Albert Rivera, "coincidiese con los telediarios". Al respecto, Girauta se ha mostrado molesto con Hernando al que ha acusado de "inventarse" que su partido busca el interés mediático por apoyar que en la primera sesión de investidura solo hable el candidato socialista.

El portavoz de Ciudadanos ha dicho estar conforme con este formato porque "garantiza" que no exista una inseguridad jurídica y se cumplan los plazos en caso de que tengan que celebrarse nuevas elecciones. Desde Podemos, su portavoz en el Congreso, Iñigo Errejón, ha criticado que López sólo haya incluido en el primer día del debate la intervención de Sánchez en lo que -ha dicho- será "una especie de debate en diferido", en el que el candidato socialista no tendrá contestación del resto de los grupos hasta el día siguiente. Errejón ve además en el apoyo de PSOE y Ciudadanos a esta una "señal" que lleva a pensar, ha dicho, que los socialistas preparan un "plan B".

Patxi López ha recordado por su parte que existen precedentes de ese formato en las investiduras de Felipe González en 1982 y 1986 y ha asegurado haber consultado los plazos con los servicios jurídicos del Congreso. Esos dos antecedentes son el debate de investidura de Felipe González celebrado el 1 de diciembre de 1982, en el que la votación se inició a las diez de la noche y la sesión se cerró a las 00:05 horas del día siguiente, 2 de diciembre, fecha de la publicación en el BOE del real decreto de su nombramiento.

En 1986 ocurrió algo similar, de forma que la votación de investidura de González concluyó a las once de la noche del miércoles 23 de julio. El entonces presidente del Congreso, Félix Pons, se dirigió a Zarzuela para que el Rey firmara el real decreto de nombramiento del presidente del Gobierno, que apareció publicado en el BOE el jueves 24 de julio.