El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ensalzó anoche el "civismo" durante el desarrollo de la cadena humana y de otros actos de la Diada en contraste con el incidente en la sede de la Generalitat en Madrid, donde unos radicales irrumpieron en un acto causando altercados.

"Hoy también nos jugábamos mucho en la forma de hacer las cosas, y se ha sacado una nota muy alta, un excelente. Desgraciadamente en Madrid en la delegación del Govern unos pocos canallas, porque eran muy pocos, han entrado violentamente con gases y han interrumpido el acto, pero que unos pocos canallas se comporten de esta manera es precisamente el mejor contraste ante un pueblo catalán se ha exhibido con este civismo", agregó Mas.

En referencia a la cadena humana, Mas ensalzó también la "extraordinaria" capacidad de movilización de la sociedad catalana, lo que es, dijo, la gran "fuerza" que Cataluña exhibió ayer ante el mundo con un "espíritu pacifico".

Mas aseguró que usará "todos los instrumentos democráticos y legales" para consultar a los catalanes y se comprometió a que el pueblo catalán sea "llamado a las urnas el año que viene" para decidir su futuro.

El president ya pronosticó por la mañana que la Diada iba a "asombrar al mundo entero" y subrayó que los acontecimientos de los últimos meses marcan "un antes y un después" en las reivindicaciones soberanistas. También alertó de que si el Estado no escucha el mensaje de "diálogo, constructivo y en el marco de la legalidad", tendrá "un problema de relación grave" con Cataluña.

Cataluña celebró su Diada Nacional en una jornada lluviosa con las ofrendas florales en el monumento a Rafael Casanova y el acto oficial del Parlament y la Generalitat con la ausencia, por primera vez, del PPC, que se desmarcó y celebró su propio acto en señal de protesta ante el camino "independentista" tomado por CiU. Su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, acusó a Mas y a CiU de querer "romper la convivencia y la democracia". "Cataluña es España y quiere seguir siéndolo quinientos y mil años más", agregó.

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, afirmó que ni él ni su formación son anti independentistas "ni anti nada", pero que no comparten el lema de Vía Catalana hacia la independencia, por lo que no se sumó a la cadena.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, aseguró que la celebración de este año será "histórica" y demostrará al mundo la "voluntad" de Cataluña de "continuar existiendo como país".

El líder del PSC, Pere Navarro, apostó por una "nueva relación" entre Cataluña y España y criticó que Mas ya ponga fecha (2014) a una consulta soberanista.