Las claves
Pilar Cernuda
Comienza la pelea por los Gobiernos regionales
FRANCO: 50 AÑOS, 50 HISTORIAS [9/50]
Un Madrid-Barça lo paraliza todo. Y más si el calendario lo presenta en la primera jornada de Liga. Los más veteranos todavía recuerdan aquel clásico (entonces nadie lo llamaba así) del 14 de septiembre de 1969. En los cinco primeros minutos, el azulgrana Miguel Ángel Bustillo batía dos veces a Betancort, el portero del Madrid, que en el minuto 8 de partido fue sustituido por Junquera. Una entrada brutal de Pedro de Felipe, que al dejar el fútbol sería representante de Julio Iglesias, dejó fuera de combate a Bustillo. Empató el paraguayo Sebastián Fleitas con dos goles. Gento, ya en su crepúsculo, adelantó al Madrid y Carlos Rexach consiguió el empate definitivo.
Han pasado 56 años y el ruido de ese partido, que arbitró el colegiado Ortiz de Mendívil, dejó en un segundo plano dos novedades que se estrenaban con el comienzo de la temporada 1969-70. Por primera vez en la historia de la competición, se podían hacer cambios. Hasta entonces sólo se podía relevar al portero. La primera sustitución tuvo lugar el 13 de septiembre en el estadio de Pasarón, en un Pontevedra-Granada. Machicha entró por Liso, gaditano de nacimiento, en el Granada, que se impuso con un gol de Ramón Miralles. Fue la última temporada del Pontevedra en Primera División. Se acababa la leyenda de un matagigantes del que más de medio siglo después se recuerda la contraseña del estadio: Hay que roelo.
No fue el único cambio en las reglas del fútbol. Por orden gubernamental, la Federación Española de Fútbol exigió que a los árbitros se les conociera por los dos apellidos. El Pontevedra-Granada lo arbitraba un debutante, Ángel Franco Martínez. Sus arbitrajes en Segunda dieron lugar a titulares equívocos que a veces eran desahogos contra el dictador, que se reflejaban en titulares de la prensa: Franco se cargó el partido, Todos culpan a Franco, Franco es muy malo, junto a desahogos del respetable más procaces.
En Pasarón, Franco pasó a ser Franco Martínez. Nació en Murcia en 1938, en plena Guerra Civil y arbitró en Primera División hasta 1986. Fue el único árbitro español que participó en el Mundial de Argentina 1978, donde dirigió los partidos Polonia-Túnez y Holanda-Italia, éste de cuartos de final. Franco muere en 1975 y Franco Martínez en 2024. Hasta 2018 formó parte del Cuerpo Técnico del Arbitraje. 55 años después, los árbitros vuelven a conocerse por su nombre y primer apellido “para humanizarlos y acercarlos a los aficionados”. Se acaban así unos usos y costumbres del fútbol patrio que estuvieron vigentes durante más de medio siglo. Esa nueva norma llegaba mes y medio después de que Franco eligiera al Juan Carlos como sucesor a título de Rey, aunque faltaban unos años para que la Copa del Generalísimo pasara a llamarse Copa del Rey.
La misma jornada de los cambios en el fútbol español acaba con el gol del cojo"
En su libro Poemario Esférico, Abel González Canalejo le dedica uno de sus poemas a esta historia y recuerda una conversación del secretario del ministro de la Gobernación, Tomás Garitano Goñi, con Franco Martínez en su Murcia natal para sugerirle que simulara una lesión o indisposición que le impidiera arbitrar un derbi vasco entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao. Ya habían pasado los tiempos de las vacaciones de Franco en el Palacio de Ayete. En la temporada 2025-2026 se acabó esa tradición de los Undiano Mallenco, Andújar Oliver, Brito Arceo, Sánchez Arminio, Lamo Castillo, Teixeira Vitianes, Urízar Azpitarte, Losantos Omar o Medina Cantalejo, cuyo relevo al frente de los árbitros supuso el final del doble apellido para los árbitros. Un colectivo que durante años sufrió vejaciones contra su apellido materno (ahora suprimido) que nunca se incluyó en acciones de odio.
Franco Martínez, el árbitro debutante en Pontevedra, tenía los dos apellidos a la inversa de los siete hijos que tuvieron Cristóbal Martínez-Bordiu, marqués de Villaverde, con Carmen Franco Polo. De todas formas, el dictador obligó al primero de sus nietos varones, Francisco, a que invirtiera los apellidos para continuar el linaje. Francisco Franco Martínez, el nietísimo, los mismos apellidos que el árbitro que cambió el arbitraje el mismo día que el fútbol acabó con el gol del cojo.
Cambios en las sustituciones y en la presentación de los árbitros. Quedaba mucho para el VAR. Lo más parecido sería la moviola, una herramienta televisiva que se estrenó en el programa Estudio Estadio, que se emitió por primera vez el 24 de marzo de 1973, presentado por Pedro Ruiz. Una semana después empezó Informe Semanal, que dirigiría en sus comienzos Pedro Erquicia. Era presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco (ETA lo asesinó el 20 de diciembre de ese año) y director general de Radio Televisión Española un tal Adolfo Suárez, que desde su cargo de gobernador civil de Segovia pasó en noviembre de 1969, dos meses después del Pontevedra-Granada y del Madrid-Barça, a llevar el timón de Prado del Rey, que abandona en junio de 1973.
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