Clave de Sur

Alberto Grimaldi

Susana manda la infantería contra Iglesias

La presidenta andaluza suple la falta de liderazgo de Sánchez y alerta de que el podemita "no es de fiar"

LLEGÓ la comandante y mandó parar. Se acabó la diversión: no habrá sorpasso sin resistencia. Susana Díaz se puso ayer al mando de la infantería socialista, supliendo la falta de liderazgo de Pedro Sánchez frente a Unidos Podemos, que lleva meses comiéndole el terreno hasta situarle en todas las encuestas como tercera fuerza política, por primera vez desde 1977.

Lejos del tacticismo empleado por el secretario general socialista desde las votaciones de diciembre, la líder del PSOE andaluz y presidenta de la Junta puso en guardia a todo su partido ayer: ni todo está perdido ni pueden echarse en brazos de Pablo Iglesias, quien ofreció con desdén a Pedro Sánchez la vicepresidencia de un hipotético Gabinete si el resultado es similar al que predijo el jueves pasado el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Dispuesta a pelear, a no entregar la hegemonía de la izquierda, a no encomendarse exclusivamente a la mercadotecnica política, Susana Díaz pasó a la acción con una apelación doble: a la fortaleza que aún defiende que tienen los socialistas y a la escasa confianza que tiene en Podemos y sus referentes.

Los socialistas son "muy duros de pelar", dijo Díaz en una comparecencia en Camas (Sevilla), advirtiendo que en esta campaña pelearán por cada voto progresista. "Que nadie crea que esto va a ser tan fácil", afirmó recordando que los españoles ya saben que han "vivido mejor" cuando ha gobernado el PSOE, que es el "único capaz de generar riqueza y repartirla".

Pero sobre todo la comandante Díaz dejó claro a sus militantes y a sus votantes que no hay que bajar los brazos ante la estrategia de Pablo Iglesias de sacarles de la centralidad política que ha ocupado el PSOE desde la Transición. Y lo hizo con contundencia, sin dejar el margen cómplice que sí permite la escasa réplica que recibe de Pedro Sánchez.

La presidenta andaluza no puso paños calientes: Iglesias "no es de fiar". Todo un aviso también para el electorado histórico del PSOE, que tiene en Andalucía su principal granero. Díaz lo argumentó: "No es casualidad que el señor (Pablo) Iglesias se quiera disfrazar ahora de socialdemócrata; si hay algo que le ha caracterizado todo este tiempo es que no es de fiar porque uno no se levanta una mañana comunista, al día siguiente de abajo o de arriba y ahora parece que es socialdemócrata".

Pese a ponerse el verde oliva de mando, Díaz evitó criticar a su secretario general en campaña cuando le preguntaron por la responsabilidad de éste si finalmente hay sorpasso: "Pedro (Sánchez) se va a tirar a la calle, lo está haciendo desde el primer día y lo va a seguir haciendo con la ilusión y las ganas que tenemos todos los socialistas".

La defensa de manual de su candidato se desinfló no obstante con una apelación en primera persona que da que pensar: "Yo quiero ganar, pero no por el PSOE, quiero ganar por los ciudadanos; la gente se merece una oportunidad y una esperanza tras cuatro años y medio durísimos que no han servido para nada, pues hoy la gente vive peor".

Ella quiere ganar. Y por ella no va a ser. Todo el esfuerzo en lograr el mejor resultado posible en Andalucía, con el objetivo, si no de impedir la pérdida de la hegemonía, sí de tener la influencia suficiente para evitar que el PSOE acabe dando el poder a Podemos, algo que en el socialismo andaluz se rechaza de plano.

Toda esta movilización de la líder andaluza del PSOE fue recibida ayer con desdén desde el PP regional. Juan Manuel Moreno ve en los socialistas "nerviosismo", provocado por las encuestas, y llamó a los votantes del PP a movilizarse porque se presume ganador en la comunidad.

Y pese al bombardeo de Díaz, Moreno dijo que "con el voto al PSOE, se está apuntalando a Pablo Iglesias", por lo que llamó a confiar en Mariano Rajoy a todos los que no quieren a Podemos.

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