El líder de Vox, Santiago Abascal, también es partidario de preguntar. De hacer consultas. No a la manera asamblearia que propugnan otras formaciones políticas situadas en el extremo contrario del arco populista en el que también se instala Vox. Su jefe prefiere la línea seguida, por ejemplo, por los eurófobos británicos: la del referéndum. Si estuviera en sus manos, es decir, si llegase al Gobierno, Abascal estaría dispuesto a preguntar a los españoles acerca de cuestiones como la emigración, qué hacer con las autonomías y también “qué hacer con los violadores y asesinos”. Lo haría con la convocatoria de referéndum consultivos. Y lo haría porque está convencido de que la de que la inmensa mayoría de los españoles sintoniza con lo que Vox quiere hacer con tales cuestiones.

En ello se ha centrado Abascal en un acto en Oviedo. “Votamos cada dos por tres, pero cada vez decidimos menos cosas”. La culpa, a su juicio, la tiene la “partitocracia” fomentada en España por PSOE y PP, que sólo velan por sus intereses, cómodos sin atender de verdad a las necesidades de la población. Abascal se pregunta por lo que pasaría si de verdad se le diese la voz a los españoles en diferentes materias y que pudieran dejar clara su opinión, a través del procedimiento constitucional del referéndum consultivo.

“¿Por qué no nos dejan hacer un referéndum consultivo sobre la emigración, sobre qué hacer con los violadores y asesinos, sobre qué hacer con hacer con las autonomías o si el Estado ha de recuperar competencias en materia de educación o sanidad?”, ha ducho en el mitin celebrado ante más de 2.000 personas en la capital de Asturias. Abascal está convencido que en esos asuntos para los que plantea el referéndum y otros muchos que defiende Vox habría muchos españoles que opinarían lo mismo que su formación, incluso gente de izquierda, porque defiende propuestas “de sentido común”.

¿En Cataluña? “Impulsaremos la suspensión inmediata de la autonomía”, ha proclamado. Si llega al poder tiene previsto ilegalizar a los partidos independentistas y poner a disposición judicial al presidente de la Generalitat, Quim Torra. Aquí no faltan las críticas al socialista Pedro Sánchez, al que acusa de intentar “premiar” a los “golpistas” hablando ahora de la España plurinacional. “No tienen escrúpulos, no creen en nada”.

“Nosotros no hemos venido para ganar en España, sino para que España gane con nosotros”, ha enfatizado el líder de Vox, que insiste en que ese deseo es lo que les diferencia de partidos como PSOE o PP, quienes “sólo ansían el poder”.