Antonio Salvá. Padre de Diego Salvá, guardia civil asesinado por ETA

"Las heridas no se cierran nunca"

Antonio Salvá.

Antonio Salvá. / clara margais / efe

-¿Cuál es su sentimiento ante el aniversario del asesinato de su hijo?

-Siempre es una sensación de que se te reabren un poco las heridas. Las heridas no se cierran nunca. Vuelves a recordar todo, pero es necesario que sea así, que se recuerde, para que no se olvide.

-¿Pensó que a su hijo podría ocurrirle algo así cuando decidió hacerse guardia civil?

-Sí. Ser guardia civil es una profesión de riesgo, por cierto muy mal remunerada. Cuando él acababa de licenciarse en Baeza (sede de la academia de la Guardia Civil), invité a mis hijos a pasar una semana esquiando en Andorra. Allí hablamos de todo, y una de las cosas de ser víctima de un atentado de ETA.

-¿Qué recuerda de lo que decía su hijo sobre ese riesgo?

-Dijo que la probabilidad era muy escasa; incluso me dijo el porcentaje.

-¿Era más improbable por estar en Mallorca?

-Era uno de los factores, aunque ETA asesinaba en cualquier parte. Aquí usaron nuevas tecnologías y la jugada les salió bien.

-¿Qué piensa sobre el desconocimiento respecto la autoría?

-Hay una dejadez política y judicial. Por la parte de la Guardia Civil, no. La cúpula de ETA es la responsable y se sabe quiénes son. (...) Esos, para mí, deben de saber algo.

-¿Por qué piensa que hay negligencia política?

-Porque los medios jurídicos del Estado no se han movilizado para ver por dónde van los tiros. Fiscales, Fiscalía de la Audiencia Nacional, abogacía del Estado..., nadie hace nada.

-¿Cree que algún día se sabrá?

-No creo nada. Lo que sí sé es que han pasado diez años. Sí creo en la Guardia Civil, que estoy convencido de que siguen trabajando.

-¿Es importante para que sanen sus heridas saber qué ocurrió?

-A veces casi prefiero no saberlo, pero es importante porque no se puede quedar impune. En un Estado de derecho esto se tiene que pagar y caro.

-¿Ha pensado en la circunstancia de que el asesinato de su hijo fue el último de ETA en España?

-Todas las víctimas del terrorismo han sido mala suerte porque estaban en el momento equivocado en el lugar equivocado. Mi hijo y las casi mil anteriores también.

-Habla muy bien de la Guardia Civil. ¿Se ha sentido arropado por los compañeros de su hijo?

-Sí, es como mi segunda familia.

-¿Y por las autoridades de aquel momento?

-Se portaron muy bien con nosotros, desde el punto de vista humano. Empezando por Zapatero, aunque ahora resulta que salen las actas (sobre los contactos de representantes del Gobierno y de ETA). Qué tío, no se puede jugar a dos cartas. El que se portó excepcionalmente bien fue Rubalcaba, y también uno que se portó muy bien conmigo es el actual presidente del Parlament balear, Vicenç Thomàs, aunque son socialistas y no pienso como ellos. (Salvá fue en las últimas elecciones candidato de Vox al Senado por Mallorca).

-¿En qué medida ser víctima del terrorismo ha influido en su entrada en política y en su posición?

-He entrado en política porque estoy harto de traiciones. Lo que más me ha impulsado es que si los etarras están en las instituciones, las víctimas debemos de estar. No puede ser que la historia se reconstruya con los etarras en el poder y nosotros no.

-¿Teme que la historia que se va escribiendo ahora tergiverse lo que pasó?

-Me preocupa muchísimo. (...) Les han dado un salvavidas en el relato. Están hablando de un conflicto que no existió. (...) No hubo ninguna guerra civil. Era una banda mafiosa, asesina, criminal, contra todos aquellos que no pensaban como ellos.

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