España

Dos ex jefes etarras piden a los jueces que tengan en cuenta el fin de la banda

  • David Pla e Iratxe Sorzábal hacen hincapié en que no hubo más atentados desde 2010

  • Es el útimo juicio que se celebra en Francia a miembros de la organización terrorista

David Pla e Iratxe Sorzábal, miembros de la delegación etarra que intentó negociar con el Gobierno español tras anunciar el abandono definitivo de la lucha armada en octubre de 2011, han tratado de convencer este lunes al tribunal que los juzga en París (el último que se celebrará en Francia) de que sólo se fije en el fin de la organización terrorista. Pla (Pamplona, 1975) fue el que más locuaz de los dos se mostró ante el Tribunal Correccional de París cuando lo interrogó por los elementos de la instrucción derivada de su arresto en una casa de Saint Étienne de Baigorry, en el País Vasco francés, el 22 de septiembre de 2015.

Empezó explicando que la razón de su presencia en esa casa rural era reunirse con el antiguo jefe del aparato político, Ramón Sagarzazu, para escuchar su opinión "como antiguo militante de ETA" y ver "cómo hacer avanzar el proceso de paz".

A partir de ahí, su mensaje principal fue que "ETA desde el año 2010 ni ha hecho acciones armadas, ni ha buscado información para objetivos de acciones armadas, ni ha fabricado explosivos, ni ha cobrado el impuesto revolucionario".

Según su relato, sus esfuerzos como miembro de la delegación enviada por la dirección de la banda a Noruega tras la conferencia de Aiete y el anuncio del abandono definitivo de la lucha armada en octubre de 2011 se centraron en buscar una negociación con Madrid.

Mediación de la Iglesia

También intentaron una interlocución con Francia, a la que propusieron a cambio la destrucción de una parte de su arsenal, pero el Gobierno francés respondió que eso correspondía a las autoridades españolas, que tras sondear un posible contacto a través de un mediador vinculado a la Iglesia en 2012 no fue más allá.

Sus explicaciones se hicieron más rebuscadas cuando los jueces y el fiscal hicieron notar que llevaban revólveres cuando fueron arrestados, cinco años después del anuncio del fin de la lucha armada, y que un policía francés fue asesinado por la banda en marzo de 2010 y un gendarme herido un año más tarde.

Más esquiva con los jueces fue Sorzábal (Irún, 1971), que se negó a responder a muchas de las preguntas en relación con los doce cargos que pesan contra ella (son seis contra Pla) sobre las armas, la traza que dejó de su acción durante años en la logística de ETA o la procedencia de los 8.090 euros en efectivo que se le incautaron.

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