El jefe de la diplomacia, José Manuel García-Margallo, firmó ayer con el ministro australiano de Inmigración, Scott Morrison, un acuerdo que permitirá de momento a 500 jóvenes estudiar y trabajar en Australia por un periodo de un año.
García-Margallo rubricó el acuerdo -que fue aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros- en el Parlamento de Canberra después de más de 14 años de negociaciones.
El Working Holidays es un visado concedido por países como Canadá, Nueva Zelanda y Australia que permite permanecer en el país y trabajar legalmente durante un período de un año.
"Significa una oportunidad para que los jóvenes españoles vengan a Australia, un país que ofrece enormes oportunidades, especialmente para los jóvenes con ganas de comerse el mundo", dijo Margallo en declaraciones a los periodistas que le acompañan en la gira que realiza por varios países de Asia y Oceanía.
Explicó que se trata de un visado especial del que se habían beneficiado ya otros países europeos -como Francia, Reino Unido y Alemania- y al que ahora se suma España.
Los jóvenes españoles podrán venir a Australia con un visado que durará un año y no 90 días como el actual y podrán trabajar 40 horas y no 20. Podrán matricularse en uno o más cursos educativos y de formación que no excedan los cuatro meses y no podrán trabajar para un mismo empleador por un periodo superior a seis meses.
Algunos requisitos para obtener este visado son tener entre 18 y 30 años, dos años de educación superior completo y un nivel de inglés funcional.
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