España

Con la media sonrisa por montera

  • La número dos del PP llegó a la Audiencia seria y tranquila en apariencia.

Tempranera, aparentemente tranquila, con semblante serio pero esbozando media sonrisa. Así entró y salió María Dolores de Cospedal de la Audiencia Nacional, donde declaró durante dos horas y media mientras el barullo de una protesta y un amplio despliegue policial tomaban los alrededores.

Fue una jornada distinta a la del martes -cuando declararon los ex secretarios generales Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas-, empezando por el dispositivo de seguridad, mucho mayor en el caso de la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, y siguiendo por las protestas, más alejadas de la puerta de la Audiencia.

Además, la testigo contó en la calle con partidarios: una veintena de jóvenes de Nuevas Generaciones del PP de Castilla-La Mancha que habían venido a Madrid desde Toledo para dar su apoyo a Cospedal y tratar de contrarrestar a los detractores.

A las nueve y media de la mañana, 30 minutos antes de la hora señalada por el juez Pablo Ruz para su declaración, llegaba la secretaria general del PP a la sede de la Audiencia Nacional en la calle Prim. Vestida de blanco y negro y con un bolso de rayas, De Cospedal descendió de un coche junto a la puerta de la sede judicial y, levemente, se giró hacia las cámaras con sonrisa mesurada.

Casi cuatro horas después, salía con el mismo gesto, y al entrar en el coche levantó la mirada y ha contestó con un escueto "muy bien" a los informadores que, enfrente, le preguntaban cómo había ido la declaración. Dentro, ante Ruz, la número dos del PP estuvo tranquila, correcta y concentrada, consultando con unas gafas sus apuntes mientras era interrogada por todas las partes, según fuentes allí presentes.

Fue pues un paso discreto, al menos en sus formas, el de Cospedal por la Audiencia Nacional, que contrastó con lo que se vivía en la calle.

Y es que el despliegue policial superó, y con creces, al del martes, con una decena de furgones repartidos por la calle Prim, donde está la actual sede de la Audiencia, y al menos tres decenas de agentes entre esta calle y aledañas como Conde de Xiquena, Almirante y el Paseo de Recoletos vigilando el entorno de la Audiencia, preguntando incluso a los transeúntes a dónde se dirigían. Afectados por las preferentes, yayoflautas y jóvenes convocados desde las redes sociales se concentraron en la esquina de Recoletos con Prim, porque en esta ocasión la Policía no les dejó protestar, como el martes, frente a la Audiencia.

Enfrente de ellos, los jóvenes castellanomanchegos del PP aplaudían la llegada de Cospedal y vitoreaban su nombre en alguna ocasión, aunque fueron mucho menos efusivos que quienes, como a Cascos y Arenas el martes, proferían ayer insultos a la secretaria general. "Rajoy y Cospedal, a Soto del Real", "Corruptos" o "dimisión" se oía entre las proclamas que corearon los concentrados, mientras los jóvenes del PP permanecían callados salvo cuando volvían a aplaudir a la número dos.

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