España

La militancia del PP catalán escenifica su división con pitos a Mato y Arenas

  • Compromisarios abuchean a la vicesecretaria de Organización al defender la candidatura unitaria de Sánchez-Camacho, elegida líder del PPC por un estrecho margen · Estarás presidirá el PP balear

La imposición por parte de la dirección nacional del PP de la senadora Alicia Sánchez-Camacho como candidata de consenso para presidir el partido en Cataluña, en sustitución del saliente Daniel Sirera, encendió ayer la mecha de las protestas internas. Una parte de los militantes que elegieron finalmente a Sánchez-Camacho como nueva número uno del PP catalán, especialmente los afines a la otra candidata en liza, Montserrat Nebrera, silbaron y abuchearon a los vicesecretarios Ana Mato y Javier Arenas, que acudieron al cónclave representando a la dirección nacional.

Mato, que intervino en su condición de vicesecretaria de Organización antes de la proclamación de Sánchez-Camacho, fue interrumpida inicialmente por algunos compromisarios, que lanzaron gritos de "tongo, tongo" y, más tarde, un grupo mucho más numeroso se dirigió a ella con un sonoro abucheo entre gritos de "fuera, fuera". La protesta contra la dirección nacional se desató después de que Mato defendiera en su alocución que el PPC logró una "candidatura de unidad" con Sánchez-Camacho gracias a la "renuncia" de Daniel Sirera y de Alberto Fernández Díaz, a los que agradeció su retirada facilitando el camino de Sánchez-Camacho, la opción de Génova.

Sánchez-Camacho se convirtió así en la nueva presidenta del PPC tras obtener el apoyo del 56,72% de los más de 600 compromisarios que acudieron al cónclave, mientras que la diputada del PPC Montserrat Nebrera obtuvo el 43,28% de los votos. El apoyo a Sánchez-Camacho contrasta con el 93% de votos obtenidos por Josep Piqué en el X Congreso del PPC y por el 81% obtenido en el anterior cónclave.

La tensión que se vivió en el cónclave comenzó mucho antes de iniciarse la cumbre del PP catalán, cuando varios compromisarios se dirigieron a diversos dirigentes del PPC para trasladarles su malestar por la intervención de la dirección del PP en la crisis del PPC.

Un compromisario se dirigió a Alberto Fernández Díaz para criticar el "cambalache" hecho con la candidatura de Sánchez-Camacho mientras que otros optaron por reprochar al dirigente Jordi Cornet cómo se ha llevado el proceso de elección de la nueva presidenta del PPC.

Otra muestra del malestar latente fue la constitución de la Mesa del XII del PPC, presidida por Jorge Fernández Díaz, que prosperó con los votos de todos los asistentes con excepción de 12 abstenciones y 9 votos en contra, algo poco habitual en los congresos, en los que la constitución de la Mesa se suele aprobar por unanimidad.

El vicesecretario territorial del PP, Javier Arenas, que también fue silbado, intervino poco después de Mato y antes de que los militantes optaran por Sánchez-Camacho como líder del PPC. Arenas apeló a la unidad interna para solicitar "que se expresen las discrepancias, pero desde el respeto a todos". "Lo que os deseo es que mañana, una vez que democráticamente hayáis elegido a vuestra presidenta, os agarréis mucho más al 90% que nos une que al 10% que nos separa", enfatizó. "Los debates internos son absolutamente legítimos pero no podemos estar permanentemente en debates internos", remató.

Los silbidos también provocaron las reacciones de las dos candidatas que optaban a liderar el PP catalán. Nebrera dijo comprender el motivo de los abucheos porque son "sintomáticos de que hay algo que desde el punto de vista emocional importa a mucha más gente que cualquier debate ideológico". Por su parte, Sánchez Camacho, las enmarcó dentro del "ejercicio de libertad" del partido.

Los militantes del PP también eligieron nuevo líder en Baleares. Rosa Estarás será la nueva presidenta tras obtener 867 de los 1.375 votos emitidos, el 66,43% de los votos.

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