El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, adelantó su visita a Madrid ante el Foro de la Alianza de Civilizaciones, que comienza este martes, para hablar de política, economía y sociedad. Por la tarde, se reunió con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considerado un "gran amigo" por Erdogan y del que sacó un compromiso claro de cara a su adhesión a los Veintisiete. "Queremos a Turquía en la UE", afirmó Zapatero, después de que el dirigente de Ankara pidiese "explicaciones" a la UE ante las reticencias a su inclusión. Además, expresó su aspiración a ejercer de anfitrión en la segunda cumbre de la Alianza de Civilizaciones, iniciativa de la que confía en extraer un "antídoto" contra el terrorismo.

"Es una alianza para el encuentro, para el entendimiento, para la paz". Así se refirió Zapatero en la rueda de prensa posterior a su reunión con Erdogan a las relaciones entre España y Turquía, que a su juicio son "cordiales" y "fraternales". El encuentro sirve de anticipo al Foro de la Alianza de Civilizaciones, que se celebrará mañana y pasado mañana en Madrid, y cuya segunda edición Turquía espera acoger, en calidad de copatrocinador de la iniciativa.

Durante esta visita, se habló de temas políticos, económicos y sociales, como la posible adhesión de Turquía a la UE, algo respaldado por Zapatero. "Queremos a Turquía en la UE", enfatizó, en lo que consideró una de las decisiones de "más relevancia de los próximos años". Esta invitación fue saludada por el primer ministro de Ankara, que llamó "amigo" en numerosas ocasiones a Zapatero. "Siempre ha estado a nuestro lado", aplaudió Erdogan.

A este tema se había referido Erdogan previamente en los Desayunos Informativos de Europa Press. En este marco, Erdogan hizo hincapié en que "si Turquía cumple con los criterios en el momento en que cumpla debería poder adherirse". "Realmente, la UE nos tiene que explicar por qué no nos aceptan", lamentó, porque "las negociaciones se pueden abrir pero no cerrar".

Los detractores de este nuevo añadido a los ahora Veintisiete esgrimen, entre otros argumentos, la violación de los Derechos Humanos, como la libertad de expresión. En este sentido, Erdogan anticipó una próxima reforma del Código Penal después de estudiar normativas de países como España, de tal forma que el Parlamento votará "dentro de poco" un nuevo texto. En cuanto a la polémica por el uso del velo, prohibido en lugares públicos y universidades, afirmó que el Gobierno tratará de resolver el problema "dentro de la Constitución" y mediante negociaciones con los partidos.

"Turquía es nuestro tercer socio comercial fuera de la UE", según señaló Zapatero en la comparecencia vespertina, en la que no se admitieron preguntas y que se cerró con un simbólico apretón de manos. "Nuestro comercio bilateral crece de manera importante año tras año", añadió, refiriéndose a un volumen de negocio de unos 7.000 millones de euros. Y es que Erdogan aludió a temas económicos, comerciales, culturales, turismo y transportes como puntos tratados en las conversaciones. Algo que, a su juicio, permitirá un aumento del volumen de negocio hasta los 10.000 millones de euros, fruto de la relación entre "dos grandes economías".

Otro tema determinante fue el del terrorismo, para el que el primer ministro turco confía en lograr un "antídoto" gracias a la Alianza de Civilizaciones. En este sentido, Erdogan llamó a llevar a cabo una lucha "internacional, codo con codo", algo en lo que habría coincidido con el líder del Ejecutivo español. "Estamos decididos a ser uno y trabajar juntos", agregó.

Al terrorismo también se había referido previamente el dirigente de Ankara, en una intervención en 'TVE', aludiendo a las operaciones militares que está llevando a cabo el Ejército turco en el norte de Iraq contra la guerrilla kurda. Erdogan rehusó poner fecha de fin de estos despliegues, ya que se mantendrán hasta que se logren "resultados". Asimismo, hizo hincapié en que "la lucha contra el terrorismo es uno de los retos más duros de la humanidad", cuya derrota "sólo es posible en colaboración global". "Una postura sincera comienza por llamar al terrorismo por su nombre, sin matices, venga de quien venga y atente contra quien atente", apostilló, agregando que "no hay terrorismo bueno y terrorismo malo".