20 tapas en Sevilla que hay que probar

20 tapas en Sevilla que hay que probar

La carne con tomate, la ensaladilla o el cazón en adobo, entre las comidas más típicas de la capital andaluza.

Sevilla es la ciudad por excelencia para quedar con amigos e ir de tapas por los barrios más tradicionales y conocidos, disfrutando de lo mejor de la gastronomía sevillana, al sol o a la sombra.
La tapa, esa pequeña porción de especialidades y cocina casera, ofrece la posibilidad de disfrutar de una gran variedad de sabores, haciendo de la experiencia gastronómica un auténtico placer.
Llega el momento de pasear por Sevilla en busca de la cerveza más fresca y probar las tapas más típicas de Sevilla.

20 tapas en Sevilla que hay que probar

La carne con tomate, la ensaladilla o el cazón en adobo, entre las comidas más típicas de la capital andaluza.
Llega el momento de pasear por Sevilla en busca de la cerveza más fresca y probar las tapas más típicas de Sevilla.


DISEÑO Y PROGRAMACIÓN: José Antonio Sánchez y Ángel J Cachón de Elías.
REDACCIÓN: Nerea Núñez

Cazón en adobo

Las freidurías son establecimientos típicos de la ciudad. Uno de sus productos estrella es, sin duda, el cazón en adobo. El peculiar aliño de este plato le da un sabor inconfundible. Pasear por la calle Tetuán y oler el inconfundible aroma que desprende el bar Blanco Cerrillo es una de las experiencias más placenteras para el paladar. En la calle Arfe, la Freiduría El Arenal también ofrece uno de los mejores adobos de la ciudad. Además, este lugar, al estar especialmente dedicado al pescado frito, ofrece una gran variedad con un sabor espectacular.

Montadito de pringá

La pringá en Sevilla se puede comer de muchas formas, pero la que más se estila es en un montadito. Esta comida tan típica se hace con la carne que ha resultado de los cocidos andaluces, por lo que sus ingredientes estrellas son el pollo, el tocino, la ternera o el chorizo entre muchos otros. A esto se pueden añadir tantos ingredientes como el cocinero considere, creando una gama infinita de combinaciones posibles.
Un lugar ineludible para probar esta tapa tan típica es en Bodeguita Romero, en la calle Harinas.

Espinacas con garbanzos

Pese a que este plato tan típico en Sevilla es usual comerlo en casa, es inevitable salir a la calle y probar una tapa. Su sabor tradicional conseguido a base de pimentón, un excepcional aceite de oliva virgen extra y ajo cuidadosamente cocinado, es inigualable.
El Rinconcillo, en la calle Gerona, es uno de los mejores lugares de la ciudad para deleitarse con el auténtico sabor de esta comida. Una copa de vino blanco es la mejor opción para acompañar esta tapa.

Gazpacho

En plato, en cuenco, en vaso o en copa, el gazpacho es, sin lugar a dudas, el producto estrella en Sevilla. Soportar los meses de más calor en esta ciudad es mucho más liviano con un vaso de este producto bien frío.
En la avenida Reyes Católicos se encuentra El Cairo, una de las mejores opciones para tomar esta sopa fría hecha a base de tomate, pimiento, ajo y aceite de oliva.
Sin embargo, si en lugar de sentarse en una terraza, prefiere tomarlo para llevar y seguir caminando por Sevilla, La Gazpachería Andaluza ofrece esta comida con el sabor más casero.

Chicharrones

Riquísimo y muy típico, el chicharrón consiste en la mezcla de diversas partes grasas del cerdo mezcladas y trituradas y, todo ello, condimentado con pimentón, sal y pimienta negra en grano.
En Casa Morales se pueden probar unos de los mejores chicharrones de la ciudad. Por otro lado, en la Taberna Álvaro Peregil, en pleno casco antiguo, se puede disfrutar de esta tapa típica tapa al sol mientras se contempla la imponente Catedral sevillana.

Croquetas

Ya sean de puchero, de cola de toro o de bacalao, lo importante es tomar esta tapa estrella en cualquier reunión gastronómica que se precie. Las croquetas en Sevilla se pueden hacer con todo tipo de ingredientes, incluso vegetarianas, pero las más comunes de la capital son las de cocido, la de jamón y las de puchero.
Las croquetas de Casa Ricardo, antigua Casa Ovidio en la calle Hernán Cortés, tienen un sabor tan casero que parecen hechas por la abuela. En este establecimiento, decorado con motivos cofrades de Semana Santa, son famosas las de jamón y de pollo, sabores que no dejan indiferente ni al paladar más exigente.

Caracoles

Aunque se trate de un plato que solo puede disfrutarse en temporada de verano, cuando en la carta de cualquier bar aparece la tapa de caracoles, pedirla es casi instintivo.
Por el mes del año en el que se estilan los caracoles, este aperitivo apetece tomarlo con una cerveza fría, y uno de los mejores lugares donde degustarlos es Casa Diego, en la calle Esperanza de Triana. Otra opción es El Tremendo, muy cerca de Ponce de León. Por su situación de paso, es muy común ver sus veladores repletos de turistas y vecinos que disfrutan del sol.

Ensaladilla

No hay una tapa como la ensaladilla rusa en la provincia sevillana. Es el comodín de cualquier reunión entre amigos, siempre el plato que se comparte, siempre el centro de la mesa.
Su elaboración sencilla y su sabor fresco y apetecible, hace de la ensaladilla una opción ineludible en el tapeo más sevillano. Cualquier bar que se precie tiene esta tapa en su carta, pero hay lugares que marcan la diferencia. El restaurante Becerrita, ubicado en la calle Recaredo, es el buque insignia de la cocina más tradicional, y tiene una de las mejores ensaladillas rusas de la ciudad.

Carne con tomate

Nunca pasará de moda. Para tomar una tapa de carne con tomate no importa el calor, siempre es una buena ocasión para deleitarse con el sabor de este plato tan típico.
En pleno casco antiguo de Sevilla se encuentra La Fresquita, en la calle Mateos Gago, uno de los bares en los que la carne con tomate triunfa. Su decoración tan propia y característica de la provincia hace de este establecimiento el mejor sitio para adentrarse en la gastronomía y costumbres sevillanas.

Pavías de bacalao

Comida típica de cuaresma. No hay lugar en Sevilla como El Rinconcillo para tomar una buena tapa de pavía de bacalao. Este bar es especialmente peculiar por dos motivos: el primero, es su antigüedad ya que se trata de uno de los más longevos de la ciudad. Y en segundo lugar, por su peculiar decoración, está amueblado con toneles en lugar de mesas.

Flamenquín

Una comida copiosa y consistente para coger fuerzas y continuar con la visita por Sevilla. Este plato tan típico consiste en una combinación de carnes, queso y frito.
El flamenquín que se come en el bar Santa Marta, en la plaza San Andrés, puede ser, sin ningún lugar a dudas, el más grande y conocido que se sirve en la capital. Para ello, emplean 800 gramos de cinta de lomo rellena de queso, jamón y tocino ibérico, rebozado y frito durante siete minutos.

Serranito

Todo un clásico. También se puede tomar en tapa, lo que se denomina miniserranito. No es más que carne, ya sea pollo o cerdo, en pan. Además, está acompañada de pimiento frito, jamón y, en algún caso, con un huevo frito. Todo ello con una pequeña ración de patatas.
Se suele comer con mayonesa, mojopicón o alioli, pero sin salsa también es un plato espectacular.
En el barrio de Triana, en el bar Cibeles II, se puede degustar un serranito de infarto.

Jamón

Por la localización en la que se encuentra Sevilla, rodeada de sierras que se dedican a la crianza del cerdo ibérico, encontrar un jamón de primera calidad en los bares de la ciudad está asegurado.
Aunque cualquier lugar es bueno para probar el jamón, Casa Román, en pleno barrio de Santa Cruz, es uno de los destinos predeterminados. Además, su emplazamiento se encuentra en uno de los barrios más emblemáticos y misteriosos de Sevilla.

Carrillada

Carne tierna y muy sabrosa. Se toma en tapa porque es una comida muy copiosa que, en grandes cantidades, puede resultar más pesada de lo deseable. Esta tapa puede acompañarse de patatas fritas o de verduras, siempre al gusto del consumidor.
Una de las mejores opciones para probarla es La Azotea, en la calle Jesús del Gran Poder.

Tomate con melva

Una tapa fresca y ligera, ideal para cuando el calor realmente aprieta en Sevilla. Unos tomates maduros y rojos, adornados con un aliño a base de aceite de oliva, vinagre, sal y orégano, y acompañados de una melva de primera calidad. Una tapa que todos deben probar.
El Kiosko de la melva, en la calle cardenal Ilundáin, es uno de los lugares a los que debes ir para probarla.

'Papas aliñás'

Aquí otra tapa fresca y ligera, perfecta para picar antes del almuerzo. Esta comida tan común en Sevilla es un aliño de patatas cocidas con cebolla, aceite de oliva, vinagre, perejil y, en ciertas ocasiones, melva. Es tan típica en la capital andaluza que se encuentra con facilidad, ya que la mayoría de los bares tiene su propia tapa de papas aliñás.
No dejes de visitar Bodega Casablanca, frente al Archivo de Indias para degustarlas.

Solomillo al whisky

Esta deliciosa forma de cocinar el solomillo es tan peculiar y sabrosa que nunca falta en las mesas.
Esta salsa, que es lo que hace especial el plato, se hace a base de dientes de ajo, coñac, caldo de pollo, zumo de limón, mantequilla y comino molido. El resultado es indescriptible. ¿Un consejo? El solomillo al whisky puede convertirse fácilmente en montadito.
El bar Rioja, en la calle Jesús del Gran Poder, es una buena opción para tomarlo.

Menudo

También se conocen como callos, y, por lo general, la carne que se usa para su elaboración es cerdo o ternera. Aunque esta comida no sea única de Sevilla, las opiniones convergen en designar el menudo sevillano como el mejor en sabor, textura y suavidad.
Un lugar al que debes ir a probarlo es el bar Don Carlos, en la calle General Polavieja.

Mejillones en escabeche

Como muestra de la calidad de las conservas andaluzas, Casa Moreno, en la calle Gamazo, junto a Plaza Nueva, se ha convertido en un lugar de peregrinación para probar sus mejillones en escabeche.
El pequeño local, siempre abarrotado de público, te permite además llevarte a casa una amplísima selección gourmet de conservas.

Sopa de tomate

Se concluye esta lista con una de las tapas más reconocidas de Sevilla. Aunque es más apetecible en invierno, la sopa de tomate de Casa Cateca, ubicada junto a la Campana, se ha convertido en un reclamo ineludible para conocer la gastronomía más auténtica de la ciudad.

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