-Tiene Angelita Gómez una sonrisa especial esta Feria.

-¡Es que vengo con mi nieta! Ella vive en California con mi hija. Es la segunda de mis cinco nietos y termina este año Negocios Internacionales en Granada.

-¿Es artista como la abuela?

-Sí, ¡pero jugando al fútbol! (risas). Gracias a eso le han dado una beca donde pudo elegir entre Madrid, Barcelona, Sevilla y Granada para acabar los estudios. Cuando llegó a Granada me llamó: '¡Abuela, que quiero aprender a bailar sevillanas!'. Me fui un fin de semana y le enseñé a bailar los cuatro pasos. Ella cuando pequeñita ya vino y se vistió de flamenca, pero tendría 8 o 9 años, ahora con 21 es una mujer y su abuela le encontró un traje, ¡te diré! Llegaron el jueves, le puse el traje y en nada estábamos pisando el Real.

-Ahora se entiende su alegría.

-Es una Feria muy especial por ella, la tengo aquí en mi casa, le gusta el vino, el gazpacho, las tortillas, el marisco... ¡todo lo que nos gusta a nosotros! Y la cara que tiene, que nadie se piensa que es americana. No es porque sea yo su abuela, pero es que es guapa a rabiar.

-Como jerezana, ¿cómo ve este año la Feria?

-(Suspira) Yo... veo... que un poquito sí que se nota la crisis, vamos. Si decimos lo contrario es mentirnos a nosotros mismos y hay que reconocer que hay poca gente por el Real... Que es lógico, porque hay muchísimo paro y no se puede venir a la Feria. Es a la tarde cuando las familias  se vienen a dar una vueltecita, cuando ya han comido. Esto no es como antes, ni mucho menos.

-Echa de menos el gentío en el Real.

-Esa es la verdad. ¿Que nos gustaría ver el Real como se veía antes? ¡Pues sí! Pero yo espero que pasemos este bache y dentro de unos añitos podamos tener este lujo.

-¿Cómo definiría, entonces, esta fiesta en Jerez?

-Esto es una bombonera, un dulce. Este pedacito de parque es una maravilla y entonces lo queremos ver como hace unos pocos de años, que no se podía ni caminar.

-¿Ha venido antes a la Feria o ha esperado a su nieta?

-¡Qué va! Yo estoy aquí desde el domingo a las dos de la tarde. Como soy farandulera, de la caseta de 'Los Farándulos', no puedo faltar. Venimos a comer para ver el alumbrado y seguimos viniendo durante toda la semana.

-¿Cuál es su primer recuerdo en el Real?

-Yo me acuerdo de la Previsión Andaluza, de la Caseta Nacional, de Fino Campero, cuando íbamos a  trabajar... Eran tres casetas y media y los puestos estaban por el Real. Tenemos una Feria distinta, sin duda, pero muy especial.

-¿Qué es lo que tiene que la hace tan especial?

-Pues... yo que sé. Es que hasta la gente de Jerez somos diferentes, abiertos, amigos, buenos anfitriones... le damos nuestra cultura y le enseñamos cómo somos a quien viene de visita. Aquí somos especiales para todo, a veces para bien y otras para mal, pero diferentes al resto del mundo.

-Supongo que en cuanto a la Feria será para bien...

-¡Hombre! Como esta Feria no hay otra, eso te lo aseguro yo y no solo yo, sino toda la gente que viene de otras ferias y dice que esta no se puede aguantar.

-¿Será el clima del Sur?

-No sé si es la tierra de albariza, porque los vinos, los caballos, estas mujeres tan guapas que no se pueden aguantar, nuestros caballos... ¡Es que no! Ni mejores, ni peores, diferentes a todo lo demás.