Una corrida deslucida en extremo de Mari Carmen Camacho echó al traste el último festejo de la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera, en el que Manuel Díaz «El Cordobés» reaparecía tras su percance en Barcelona, y en el que «Jesulín de Ubrique» paseó el único trofeo.

Lo único interesante de la función, desde el punto de vista artístico, lo protagonizó «Jesulín» en el cuarto, toro que, como el conjunto de la corrida, estuvo en el límite de todo. Faena a base de técnica, temple y tesón, que le valió la única oreja del festejo.

Antes, con el que abrió plaza, una astado imposible por falta de casta, raza y fuerza, no pudo hacer nada a pesar de intentarlo insistentemente por el lado derecho.

"El Cordobés» hacía su debut como matador en Jerez, y a su vez reaparecía del percance de Barcelona, sin embargo, se estrelló contra un imposible. Ninguno de sus dos toros le permitieron lucirse lo más mínimo, tan sólo a base de voluntad, actitud y disposición consiguió arrancar dos ovaciones.

Y Rivera Ordóñez, más de lo mismo. Tampoco tuvo opciones con su descastado lote. Tan sólo destacó en el tercio de banderillas a su primero.

Se lidiaron toros de Mari Carmen Camacho, el sexto como sobrero, desiguales de presentación, flojos y descastados, de juego muy deslucido.

Jesús Janeiro «Jesulín de Ubrique», ovación y oreja.

Manuel Díaz «El Cordobés», ovación y gran ovación.

Francisco Rivera Ordóñez, ovación y ovación.

La plaza tuvo algo menos de media entrada.