Reportaje · Aquellas otras ferias

El cine que vino con la Feria

  • Del barracón a Orson Welles. Durante años fue incluido en el programa oficial.

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Se da por aceptado que el cinematógrafo tuvo su presentación pública en París, en un salón de los bajos del Grand Café, un 28 de diciembre de 1895, sin embargo pocos saben cuando se presentó en Jerez el maravilloso invento de los hermanos Lumiere.

Una curiosa atracción que pronto tuvo gran aceptación entre las clases populares, por lo que los primeros operadores, que también actuaban como exhibidores ambulantes, encontraron en los barracones de feria el lugar idóneo para darlo a conocer. También porque los teatros eran reticentes a incluirlos en su programación, y mucho antes de tener sus propias salas.

Era la magia del cine, de la 'fotografía en movimiento' como lo llamaron en aquellos años de finales del XIX y principios del XX, en pleno apogeo de la era industrial.

Aunque previamente habían llegado a nuestra ciudad algunos de estos artilugios que recreaban con fidelidad la realidad, ninguno de ellos era el original de los franceses.

El cine vino con la Feria

Los jerezanos tuvieron que esperar algo más de dos años para poder disfrutar del nuevo entretenimiento con la calidad que proporcionaban los aparatos y la película de los Lumiere.

El periódico local, 'El mensajero', en su ejemplar de primero de mayo, recoge esta breve reseña: "En el local de la Plaza Eguilaz, donde estuvo el Café Inglés, se ha instalado un 'Cinematógrafo Lumiere', que es la última palabra en cuestión de fotografía animada. Recomendamos al público este espectáculo, seguros de que ha de agradar".

También el diario 'El Guadalete' iría dando cumplida cuenta del contenido de las sesiones en los días precedentes. El precio de la entrada era de 50 céntimos.

La Feria no sólo se vivía en el ferial propiamente dicho sino que la ciudad, sus calles principales, se engalanaba e iluminaba de forma especial durante esos días.

Tal fue el éxito, que en años venideros el Ayuntamiento incluyó estas funciones de entretenimiento en su programa oficial de festejos, tanto en la Feria de Primavera como en la de septiembre. Para anunciarlo editaba unos bellos y coloristas carteles de grandes dimensiones.

Parte de esta cartelería se ha conservado, y están conservadas en las dependencias de la Biblioteca-Archivo municipal. Las referencias a las proyecciones cinematográficas las podemos encontrar en los de 1906, 1921, 1923, 1924,1928, e incluso hasta en los de 1934 y 1935.

La firma de renombrados artistas les da un valor añadido a algunos de ellos, como la de Nicolás Soro, en el de 1906, o la de Carlos Ruano Llopis, en el de 1928.

En este punto hay que volver a insistir en la situación de deterioro que sufren desde hace años algunos de esos carteles de principios de siglo, en concreto, los tres que se encuentran en las dependencias municipales conocida como la bodeguita.

Un patrimonio de todos los jerezanos expuestos en un lugar poco apropiado, y en unas condiciones que hacen temer por su integridad. Es de lamentar que los responsables políticos aún no hayan resuelto su inmediato traslado a la Biblioteca Municipal, lugar de donde nunca debieron salir para satisfacer el capricho de los político de turno, los de antes y los de ahora.

Es curioso leer en el programa editado en el año 1933, Xerez en Fiestas, el artículo titulado 'El séptimo arte en Jerez', firmado con las iniciales M.C. En él se afirmaba que en Jerez había cada día más afición por el séptimo arte, y remarcando que: "Ahora que nuestra feria abrileña atraerá a Jerez numerosos forasteros el Villamarta prepara importantísimos estrenos".

Del No-Do a Orson Welles

Se puede afirmar que los responsables del NO-DO dedicaron poca atención a la Feria de primavera jerezana en sus producciones, tal vez porque la Feria de Sevilla, por cercanía en fecha y por su fama, acaparaba todo el interés del régimen.

No ocurrió lo mismo con la feria y Fiesta de la Vendimia, que tuvo una amplia promoción a lo largo de los años en las imágenes de sus noticiarios y documentales, filmada entre 1952 a 1973. Sus cámaras casi nunca faltaron a la cita de septiembre.

El que procuraba no perderse ninguna, cuando estaba en nuestro país, era el director y actor norteamericano Orson Welles. Hay constancia gráfica de su presencia en los años 1961 y 1964. Sobre todo, porque era un fiel seguidor del torero Antonio Ordóñez.

Cabe resaltar que a finales del mes de abril de 1961, y por encargo de la cadena de televisión italiana RAI, grabó en Jerez el capítulo'Cantine di Jerez (las bodegas de Jerez)', que formaba parte de la serie 'Nella Terrra de Don Quixote'.

Orson Welles, su mujer y su hija, vestida ésta de gitana, paseaban y se divertían por el parque González Hontoria. Una publicidad impagable que hay que agradecer a tan ilustre personaje, y asiduo visitante.

Tal era su afición por los vinos de nuestra tierra que a mediados de los años 70 llegó a participar en una campaña publicitaria de las bodegas Domecq destinada al mercado americano.

La Feria de los años 20 rescatada

La asociación cultural jerezana, Cine-Club Popular, en su continua labor de recuperar películas antiguas relacionadas con nuestra ciudad, ha conseguido digitalizar una tanda de ellas, de carácter amateur y en formato de 9´5 y 16 mm, donde podemos ver como era la Feria de los años 20.

Para ello se ha contado con la inestimable colaboración de la Filmoteca de Andalucía, que ha prestado su apoyo técnico y de personal especializado a tal fin.

Estos valiosos documentos audiovisuales forman parte, junto a otros, del trabajo de investigación del presidente de la mencionada entidad, quien esto suscribe.

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