Feria de Jerez

Los cofrades que se 'curran' la feria

  • Veintiséis hermandades están en el Real de las que sólo tres trabajan la Feria de principio a fin, en la barra y en la cocina. Éstas juegan con los precios a la baja como reclamos para fidelizar a la clientela

Son las opciones más ventajosas. Frente a la carestía de la vida y la dichosa crisis, más evidente aún en los recortes en la economía doméstica ante la Feria, una de las alternativas más a la mano son las casetas de las hermandades, especialmente aquellas que la trabajan los propios hermanos, un factor determinante a la hora de poder jugar con los precios de forma más ventajosa que las restantes. En el Real están 26 hermandades, sin incluir a las agrupaciones parroquiales que también aprovechan este evento. Pero sólo seis, de las que tres aún no son hermandades, son los hermanos los que se echan a las espaldas todo el trabajo de principio a fin de la Feria. Y conociendo cómo andan los bolsillos este año, como una especie de fórmula para frenar los ánimos poco derrochadores que se intuyen, se han adoptado medidas de choque tales como mantener los precios de la pasada edición, inventando menús versión ferial del Fast Food o echándole imaginación para incentivar la caseta.

Este es el caso de la hermandad de La Redención que en su caseta oferta una sinfín de montaditos a un euro. Hay 24 opciones diferentes de esos pequeños bocadillos que se pueden acompañar con una media de Tío Pepe a 5 euros y de postre, bebidas largas a 3,50 euros. Ya se dice que posiblemente sea la caseta más barata del Real. Otra es la del Soberano Poder que ha decidido mantener los precios del pasado año, excepto el de la ración de pimientos fritos, "porque este producto ha subido tanto que hemos tenido que retocar el coste de la ración, eso sí, sin abusar", manifiesta uno de los jóvenes que trabajan en la caseta.

Otra localización cofrade donde los hermanos se curran la Feria es la de la hermandad de La Exaltación, también con larga tradición en el Real que está justo enfrente a la del Soberano Poder. Han decidido mantener los precios del pasado año y ojo al Titanic para los más hambrientos, una especie de gran bocata con tortilla, pimientos, chocos y adobo, casi ná. También hay concursos como el organizado por Los Judíos en su caseta que consiste en localizar en el "Cielo de Farolillos" que cubre el techo de la Caseta dos farolillos que son diferentes a los demás. El premio, DVD original de la salida procesional de en este año de la cofradía.

En agrupaciones, este año se estrenan los de La Sed -Parroquia de San Juan Grande- que hacen su entrada en la Feria apostando fuerte. A la carta económica suma el aliciente de contar con actuaciones en directo. Las agrupaciones de La Pasión, de Los Dolores, y La Entrega, de Guadalcacín completan un recorrido más que asequible para todos los bolsillos.

Una de las dificultades para trabajar la feria por parte de estas hermandades es contar con el suficiente número de hermanos dispuestos a sacrificarse tras la barra o en la cocina. En la mayoría de los casos se cuenta con una veintena y poco más de personas dispuestas a cubrir los diferentes turnos. Porque en lo que a organización se refiere, el sistema de turnos es el que manda. Se dividen en días completos aunque existen casos en los que admiten a alguno que sólo puede unas horas. La excepción, el Soberano Poder que incluso tiene lista de espera de gente que quieren trabajar. No obstante, como se reconoce en el fondo, "cada año cuesta más trabajo comprometer al personal y cada año se hace más pesado". Sin embargo, los resultados finales "es lo que más satisfacción nos produce cuando vemos los estrenos que son posible gracias a la Feria".

El resto de las cofradías en la Feria se reparten por los lugares de costumbre. Está la denominada 'carrera oficial' que conforman las hermandades que se sitúan, una casi al lado de la otra, en el paseo principal, donde se localizan entre otras las de La Yedra, El Cristo, La Vera Cruz, Cristo de la Viga, Candelaria, Transporte. Otra 'Carrera Oficial' está al principio del paseo de las Palmeras, con El Huerto, El Amor, Mayor Dolor, Estrella... En todas estas junto a las restantes, la labor principal está antes de la Feria con el montaje, cada vez más caro, y en algunos casos, encontrar al casetero que responda económicamente a las pretensiones de la hermandad, cosa que cada año se hace más difícil.

Pese a que en las últimas ediciones han habido bajas notables de cofradías que acumulaban muchas ferias, la gran fiesta de mayo sigue siendo un recurso importante para sanear las economías cofrades o para acometer proyectos, en cartera o en marcha- con sus correspondientes trampas y plazos- , de cierta envergadura. Pero lo que está claro es que, a diferencia del pasado, la Feria ya no es la gran panacea para las tesorerías, a no ser que se la trabajen los hermanos y estos sean capaces de competir con el nivel gastronómico de una feria con un listón muy alto en esto. La alternativa, la oferta económica, el ambiente y la originalidad junto a la iniciativa. Como muestra, los del Consuelo que rifan dos entradas para la corrida de José Tomás y, ojo, que el sorteo es en la misma caseta y si no está presente el afortunado, nada de nada y los boletos otra vez al bombo.

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