La penúltima con Antonio López Fernández

"El jerez estuvo en El Vaticano"

  • El deán del Cabildo Catedral cree que "la Feria nos lleva a encontrarnos con los demás, con las que hace tiempo que no ves"

 Antonio López (58 años) es el deán del Cabildo Catedral. Es sacerdote desde hace 30 años y es natural de Jerez, de la calle Cruces, vía ubicada junto a esa antigua Colegial que hoy es su ‘casa’ en forma de Catedral.  

–El vino de Jerez no es sólo para consagrar ¿no?

–Efectivamente. El vino de Jerez tiene otras funciones, aunque cabe destacar que está considerado como el mejor vino del mundo para consagrar.

 –¿Valdría cualquier vino?

–En caso de emergencia, digámoslo así, sí sería posible. Pero básicamente lo que dicta la Iglesia es que sea vino puro de uva sin intervención química de ningún tipo. Lo ideal es que tenga un tono rojizo porque, a fin de cuentas, es la sangre de Cristo...

 –¡Y en eso los vinos de Jerez son los mejores!

–Por supuesto que sí. Le voy a dar un dato: antiguamente se enviaban a El Vaticano hasta dos botas de vino para consagrar. De lo apreciado que era.

–Dicho sea con todo el respeto, ¿eso de beber en ayunas debe sentar mal, no?

–(Sonríe) Hace muchos años era así, pero el santo padre Pablo VI impuso el ayuno eucarístico, que limitaba la no ingestión de alimentos a una hora antes de la celebración. La eucaristía es el banquete eucarístico y no es lógico que alguien que va a un festín coma antes. Tiene toda su lógica. Además, el vino de consagrar es muy puro y de una graduación escasa.

–¿En caso de emergencia valdría una copa de fino?

–Estaría permitido, pero digamos que no sería lo suyo.

 

–¿Recuerda las ferias de su niñez?

–Pues claro. Con decirle que hasta los coches circulaban por el albero se lo digo todo. Hoy algo así nos parecería una insensatez, pero se entendía como algo normal. Las familias venían con sus canastos repletos de comida y en las casetas lo que se vendía era la bebida.

 –Hoy ha venido a la Feria con los hermanos de San Mateo para anunciar el inicio de las obras del Sagrario de este conocido templo...

–Pues sí. He venido con la Plataforma y creo que podremos vivir el día en que el sueño se vea cumplido. San Mateo es una joya histórica de Jerez que merece estar en las mejores condiciones posibles...

 

–Escribió Cervantes en El Quijote: “Con la Iglesia hemos topado, Sancho”. ¿Cree usted que hoy en día habría escrito: “Con la burocracia hemos topado”?

–Ciertamente. Hoy en día hay demasiadas complicaciones burocráticas para todo, ya sea para pedir permisos para entregar documentaciones... La verdad es que se hace eterno. Menos mal que desde el Ayuntamiento de Jerez se nos ha ayudado con las obras, y bastante, sobre todo a nivel técnico.

 

–¿Cuál es, en su opinión, el secreto de un buen día de Feria?

–Pues creo que la Feria nos lleva a encontrarnos con los demás. En muchas ocasiones te pone al lado de personas que hacía mucho tiempo que no veías o de esas otras a las que sólo ves en Feria. Llegas, hablas y, de repente, aparecen amigos de los tiempos de estudiante, miembros de esa diáspora que tenemos por esos mundos... La Feria tiene un elemento sorpresa que la hace realmente atractiva y muy especial.

 

–Para terminar, y como vecino de la calle Cruces en su infancia, ¿creyó alguna vez, de niño, que acabaría dirigiendo ese enorme templo que se alzaba frente a su casa?

–La verdad es que no. Jamás lo imaginé.

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