Como cada año, diferentes peñas flamencas de la ciudad trasladan su sede al González Hontoria donde se convierten en embajadores del flamenco para sus paisanos y todas las personas que estos días pasan por la Feria del Caballo. 

 

En esto de la Feria y dependiendo de la personalidad de la peña y la predisposición del casetero al que se le haya alquilado la misma, porque hoy por hoy ninguna trabaja la feria como ocurría hace años, el programa elegido contará con un mayor o menor rigor. 

 

Evidentemente, si queremos hablar de tradición hay que nombrar a la peña más veterana de la ciudad, Los Cernícalos, pendiente siempre de que el cante más ortodoxo llegue a su sede en el Real. Ya lo vimos el pasado sábado en la inauguración del alumbrado coincidiendo además con la comida del socio, con la presencia de la chiclanera Remedios Reyes, y ayer con el cante de Momo Moneo. Ambos forman parte de un programa en el que aparecen nombres como José Méndez, Ana Peña, Ana María López o Ana de los Reyes.

 

También han preparado eventos la Peña La Bulería, otra que  sabe ‘proteger’ a su gente de la Plazuela. Así, por su caseta pasarán voces como la de Juanillorro, Ana de los Reyes, El Cañero o el baile de Fernando Jiménez, amén claro está de cualquier fiesta improvisada. 

Y de La Bulería a la Buena Gente, cuya caseta acogerá voces más jóvenes pero sobradas de compás, caso de Carmen La Cantarota, Israel Tubío y Juan de la Morena; y alternativas un poco más contemporáneas, como las que ofrecen Sandra y Estefanía Zarzana y las hermanas María y Tomasa Peña capaces de amoldar sus metales a temas actuales. 

 

La Feria y las peñas son en Jerez amigas de la espontaneidad, de la sorpresa, porque en cualquier momento salta la chispa. Un artista foráneo que pasa por la ciudad, una fiesta improvisada de algunas de las familias cantaoras de Jerez o algún artista que ese día está a gusto son buenos reclamos para ver buen flamenco. Mañana por ejemplo, la Peña Tío José de Paula, por la que hay que pasarse de vez en cuando si se quiere encontrar arte, hay comida de mujeres. La fiesta está asegurada. Eso sí ¿cuándo? Esa es la clave, tener la suerte o el contacto perfecto porque buen cante y baile seguro que en cualquier peña o caseta del.