Son un caso particular en la Feria. Son restauradores, hermanos y gestionan dos casetas que destacan por su buena gastronomía. Son Juan Carlos y Alfredo Carrasco, que están al frente de 'Casa Juan Carlos' y 'Holcim'. En la primera de ellas hay un espacio especialmente diseñado para que cumpla las funciones de 'chill out', es decir, una zona donde poder evadirse de la locura ferial y poder tomar una copa en un ambiente fresco y relajado. Es algo que se agradece en ese imperio de los sentidos que es la Feria

-¿Cuánto lleva ya sin disfrutar de una Feria con los suyos?

-(Responde Juan Carlos) Vaya por delante que trabajando en el Hontoria disfruto enormemente. Cada día hay un reto, un plato que debe salir redondo, dejar a los clientes satisfechos... En lo que respecta al tiempo, pues (piensa) son ya 27 ferias seguidas. Ahí es nada.

-Imagino que en este cuarto de siglo largo habrá tenido anécdotas a mansalva...

-A montones, la última de ellas anoche (por la noche del domingo). Estamos recogiendo y llega un señor muy simpático y dice que le demos de comer, que 'Casa Juan Carlos' es su caseta de toda la vida. Le digo que estamos recogiendo y que es imposible. Y va entonces y me dice que no tengo más remedio que atenderle porque es íntimo amigo de Juan Carlos (es decir supuestamente mío) y que le ha dicho que no hay problema en cenar a esa hora.

-¿Y cómo acabó la cosa?

-Pues que se fue sin cenar. ¡Eran las tres de la madrugada!

-¿Qué importancia tiene la gastronomía en la Feria?

-(Responde Alfredo) La importancia es vital... Cualquier persona que va de viaje siempre cuenta en primer lugar cómo ha comido. Ofrecer un buen producto es esencial para la imagen de la Feria.

-¿Cómo ve el nivel?

-La crisis y la edad de muchos de los grandes restauradores de Jerez han provocado muchas e importantes bajas en las últimas ediciones de la Feria.

-Pero las casetas siguen ofreciendo su servicio...

-Pero se da el caso de que muchos vienen de fuera y su única idea es hacer caja. Para ello no dudan en hacer uso del sablazo. He visto facturas que son un insulto a la ciudad y a esta celebración. La 'víctima' no volverá. Restan clientes.

-¿Qué solución propone?

-Que al igual que se cuenta con policías, caseteros y técnicos los hosteleros también debemos tener voz a la hora de organizar la Feria.