Festival Cine Málaga

'Cinco lobitos', un emocionante relato de las transiciones vitales y los afectos lleno de honestidad

  • La directora Alauda Ruiz de Azúa trae al Festival de Málaga una película cargada de verdad en cada escena

  • Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea y Mikel Bustamante protagonizan el largometraje que compite en la Sección Oficial

Ramón Barea, Laia Costa, Alauda Ruiz de Azúa, Susi Sánchez y Mikel Bustamante este domingo en Málaga.

Ramón Barea, Laia Costa, Alauda Ruiz de Azúa, Susi Sánchez y Mikel Bustamante este domingo en Málaga. / Álex Zea / Festival de Málaga

Amaia, que inicia su maternidad, puede que nunca pensara en lo difícil que iba a ser su desconexión con la vida de antes. El quiero trabajar y no puedo, los reproches a su pareja y el agotamiento físico y mental que produce un bebé en sus primeros meses. Lo que quizás tampoco imaginó fue que lo más complicado de todo sería volver a ser hija para una madre cuya fortaleza empieza a derrumbarse. 

Las relaciones familiares, lo que se dice y mucho más lo que se calla, la gestión de los afectos, la carga del pasado, la cotidianidad que impregna al final los momentos que se suponen más importantes de nuestras vidas están reflejados en Cinco lotitos con una honestidad que emociona y una verdad que toca muy dentro al espectador. 

La directora Alauda Ruiz de Azúa ha regalado al Festival de Málaga una emocionante película protagonizada por Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea y Mikel Bustamente y con la que compite en la Sección Oficial de Lartometrajes

"Ha sido un viaje muy personal, empezó como algo muy pequeño entre amigos y nos sentimos muy afortunados de poder estar en el festival", comenta la cineasta Alauda Ruiz de Azúa. Y explica que el desencadenante de la película fue su primer año de maternidad.

"La maternidad y la paternidad es una experiencia compleja y con muchas capas y eso, automáticamente, me llevó a explorar más lo que son las relaciones familiares, los cambios de ciclo y roles en la familia", dice la directora. "Finalmente yo creo que la película habla de cómo somos hijos de ida y vuelta, de cómo la familia nos explica afectivamente quiénes somos, está llena de muchas rimas generacionales y hemos tratado de poner espejos entre madres e hijas, personas que son cuidadas y luego pasan a cuidadoras", agrega. 

Su propósito, apunta, era "evitar los clichés" y hacer "que se entendieran todos los personajes, porque no es una película de buenos y malos, ni de villanos ni víctimas, todos tenían sus razones, sus educaciones, sus pasados y sus contextos presentes para actuar como actúan", agrega Ruiz de Azúa. 

El trabajo preparatorio, basado en improvisaciones, les sirvió a los actores para investigar en sus personajes y crear un armazón fuerte que los sostiene durante todo el metraje. "Hemos hablado mucho para intentar entender muy bien a todos los personajes y transmitir esta idea de que al final todos tomamos decisiones imperfectas y, aunque intentamos hacerlo lo mejor posible, nos equivocamos igualmente. Es una familia reconocible para todo el mundo, creo", subraya la directora. 

Rueda de prensa de 'Cinco Lobitos' en el Albéniz. Rueda de prensa de 'Cinco Lobitos' en el Albéniz.

Rueda de prensa de 'Cinco Lobitos' en el Albéniz. / Ana Belén Fernández / Festival de Málaga

"Las improvisaciones nos sirvieron para investigar y crear un pasado de los personajes, que era fundamental para esta película, porque todos arrastran algo. Sentí que esa base estaba en todos los actores luego en el rodaje, todos estábamos contando la misma historia y en el mismo nivel", explica la actriz Susi Sánchez

El actor Ramón Barea reconoce que "me he emocionado mucho viéndola como espectador. Creo que hay una mirada muy cercana de las relaciones familiares sin abundar en situaciones muy dramáticas, muy terribles o extremas, creo que te ves muy reflejado, hay mucha realidad".  

Y ese tono íntimo lo genera la película abundando en los detalles, poniendo el foco en gestos sutiles y en acciones que podrían resultar intrascendentes pero que enganchan al público a la pantalla como un imán.  Para Laia Costa, que se mete en la piel de Amaia, "a los personajes de Cinco lobitos los puedes odiar y los puedes amar a partes iguales porque hay una crudeza y una realidad brutal al contarlos y eso hace que el público conecte. Estas mujeres están construidas desde un punto de vista mucho más realista, honesto, con imperfecciones a las que hemos aprendido a entender sin juzgar". 

"Había una intención de retratar el mundo de los afectos desde un sitio más real y más contenido. Aunque seamos conscientes de que que las personas de nuestra familia son vitales para nosotros, no decimos tanto te quiero ni mostramos los afectos tan fácilmente. Quería retratar cómo entienden el amor desde otro sitio, desde el cuidado, desde el querer proteger demasiado, querer aleccionar en vez de quitarse la coraza y mostrar más los sentimientos", agrega Ruiz de Azúa. 

Para Costa, "la magia que tiene la película es que se salta el juicio y vas directamente a entender a los personajes, esto hace que los ames y te veas reflejado en todos ellos, en situaciones que has podido vivir desde todos esos ángulos". También destaca que trabajar con bebés "hace que la película tenga algo muy potente, porque cuando estás con un bebé en un set tienes que estar a la altura, ellos están siendo de verdad". 

Mikel Bustamante, Javier en la ficción, pareja de Amaia relata que "esas caras de susto que tengo en la peli al coger al bebé son 100% real, yo no soy padre y he estado realmente angustiado porque no se calmaba, no paraba de llorar, los bebés traían una cosa muy pura". 

Hablar del ciclo vital, de las cosas que duelen y da miedo enfrentar, de la muerte desde un punto de vista nada melodramático, con una naturalidad aplastante, son algunas de las muchas fortalezas de Cinco lobitos, el primer largometraje de Ruiz de Azúa y que fue seleccionado en la Berlinale 2022.

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