Festival de Cine Sevilla

Arrieros somos, y en el corcho nos encontraremos

  • Manu Trillo estrena mañana su documental 'Quivir', premiado en festivales de Toulouse y Aljazeera.

Los personajes de Quivir, el documental con el que Manu Trillo (Sevilla, 1975) ha sido premiado en los festivales de Toulouse y Aljazeera y por el Centro de Estudios Andaluces, no podrán asistir mañana al estreno en el Teatro Alameda. "Uno está recogiendo la piña, otro encendiendo la caldera y alguno de montería, que es como él le llama a asistir a los venados malheridos por los tiros del señorito".

Manu Trillo es un cineasta atípico que huye del cine de autor. Jugó al rugby y practica el boxeo -firmó el documental pugilístico Victorias y derrotas-, fue nazareno de Santa Genoveva, perspectiva que recuperará en su proyecto Sevilla Passion Week y está suscrito a Le Monde Diplomatique, el único periódico sin fotografías, pese a que este documentalista salió de Sevilla como biólogo y volvió fotógrafo.

En Quivir abunda en el gremio al que dedicó su documental Nosotros, los hombres del corcho. Deudor de los furtivos de la novela de Luis Berenguer El mundo de Juan Lobón, en Quivir hay algo del Réquiem por un campesino andaluz de Sender. "Tal vez nostalgia, melancolía, algo de tristeza".

Corcheros del parque de los alcornocales y de Jbel Bouhachem, cerca de Fez. El corcho es metáfora y excusa para una reflexión sobre la conservación del medio en un medio muy concreto, el Mediterráneo, el único hábitat geocultural en el que se produce, al que dedicará un nuevo proyecto.

El documental es el resultado de un proyecto-espejo que le llevó a visionar los paralelismos entre los pinsapos, la pesca y la obtención del corcho en Andalucía y en Marruecos. Se adentró en la maestría del corcho, cuyo primer escalón es el aguador, "que ha desaparecido en Andalucía y todavía está en Marruecos". Arrieros somos... "De no ser por el corcho, las arrierías habrían desaparecido en Andalucía".

Cuando termina la temporada del corcho, el mulo, que no tiene cría, es usado para la piña y en la construcción, palabra que le lleva a un cruce de tiempos. Su guionista, el antropólogo Agustín Coca, encontró en sus hallazgos en Marruecos joyas etnográficas que se habían perdido en el campo andaluz. Por contra, en el llamado país vecino se empieza a repetir el "ciclo especulativo" de gente que abandona el medio rural para irse a la construcción.

Manu Trillo utiliza luz natural y objetivo de 35 milímetros. "Lo que te da la fotografía no te lo da el video". Ve artificial la dialéctica documental/ficción. "Isla Mínima es ficción, yo soy biólogo, conozco las Marismas y la película aporta una investigación científica que está en la atmósfera, en el sonido de los pájaros".

Hijo del arquitecto Trillo de Leyva, su película se estrena mañana, bodas de plata de la caída del muro de Berlín, ciudad que visitó de niño con sus padres. Ha conocido las diferentes maneras de obtener el corcho. "En Cataluña usan más el hacha, fue don Perignon el que fue a buscar el corcho para los tapones. En Andalucía utilizan más la hurda". En un momento intuyó cierto síndrome de Estocolmo. "Salía con mis niños al parque y se ponían a quitarle la corteza a los eucaliptos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios